Un millonario pedido de coimas provocó una queja ante Patricia Bullrich
A principios de año, el gobierno de Mauricio Macri aprobó el pago de casi 80 millones de dólares al Estado de Israel por la compra de cuatro lanchas de patrullas costeras, con sus respectivos equipos y servicios, y de Sistemas Integrados de Vigilancia de Cruces Fronterizos Terrestres.
La adquisición se refrendó a través de las decisiones administrativas 1589 y 1591, publicadas el 2 de enero pasado en el Boletín Oficial con las firmas del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Según se detalló entonces, las cuatro lanchas adquiridas le costarían al país 49 millones de dólares, mientras que el Sistema de Vigilancia de fronteras ascendería a 35 millones más.
Según publicó oportunamente diario Clarín, la compra de material flotante representaba una decisión clave para la política de reforzamiento de los controles de fronteras fluviales. “Se trata de lanchas modelo Shaldag equipadas con armamento de guerra como cañones de 25mm y 20 mm. Israel las usa para la interceptación de barcos en el mar Mediterráneo frente a la Franja de Gaza, la zona más peligrosa de su conflicto con los palestinos”, sostuvo el matutino.
Un mes más tarde, a pesar del anuncio con bombos y platillos que había hecho el gobierno, todo volvió a “fojas cero” so pretexto de supuestas quejas de la industria naval local.
Sin embargo, la realidad pasó por otro lado. Según pudo saber el Post por parte de fuentes de segunda línea del Ministerio de Seguridad de la Nación, lo que hubo fue un pedido de coimas por parte de un alto funcionario que responde a las órdenes de Eugenio Burzaco, secretario de esa cartera.
El susodicho es Juan Patricio Furlong, subsecretario de Investigación del Delito Organizado y Complejo desde el 14 de diciembre del 2015 —nombrado a través del decreto 81/2015 —, quien canalizó el cohecho a través de la Embajada de Israel.
Ello provocó una queja formal ante la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. En una reunión que se produjo hace unos días, los diplomáticos le refirieron a la funcionaria que ellos no pagan coimas.
Por su parte, Bullrich pidió a sus interlocutores que presentaran pruebas de la acusación contra Furlong. Sin embargo, desde la embajada le respondieron que ese era su problema.
En estas horas, el escándalo es un secreto a voces dentro del Ministerio de Seguridad y promete crecer, sobre todo porque involucra a Furlong, hombre de Axel Kicillof y complicado en 2013 en una trama por sobreprecios por parte de la firma Consultatio, de la cual fue director por parte del Estado.
Hoy Furlong es referenciado por Bullrich como hombre de su total confianza junto a Burzaco.