La tímida deportista todavía no se acostumbra a que la reconozcan en la calle y sigue andando en colectivo.
Pareto, la campeona olímpica que no pierde la humilidad
Este 2016 que está llegando a su fin fue un año histórico e inolvidable para Paula Pareto.
La deportista argentina fue la primera mujer de nuestro país en lograr una medalla de oro olímpica. Lo logró en los Juegos de Río de Janeiro al ser la mejor en su categoría de Judo.
No obstante, todos esos flashes no encandilaron a la "Peque", que sigue manteniendo la humildad de siempre junto con su estilo de vida por demás simple.
"No soy vedette. La popularidad no es para lo que nací y no me gusta llamar la atención". La frase viene de la mejor judoka del país que sigue siendo la misma de siempre pese al éxito y a la gran "fama" a la cual se vio expuesta durante agosto de este año.
Pareto además de judoka es médica. Habitualmente hace visitas en la Casa Garraham.
"Yo no me entreno para ser reconocido, lo hago para lograr mis objetivos. Me sigue sorprendiendo que la gente me reconozca, pero no te puede molestar que alguien se ponga contento por verte", explicó Pareto en una entrevista vertida en Infobae.
Y agregó: "Se potenció el saludo de la gente en la calle, pero yo sigo viajando en colectivo como siempre. A veces el chofer me reconoce y no me quiere cobrar, pero esas cosas me dan mucha vergüenza".
"No he decidido nada sobre mi carrera. Sigo entrenando como puedo y trato de equipararlo con la parte médica", aseguró en relación a Tokio 2020, momento que tendrá 34 años.
Humilde. Referente del deporte y del género femenino. Ejemplo de esfuerzo y perseverancia. Ella es Paula Pareto, a quien la histórica medalla dorada en Río 2016 no le cambió la vida en lo absoluto.