El ingenioso Lonnie Johson es ingeniero y trabaja para la NASA.
Inventaron la pistola de agua más poderosa del mundo
Lonnie Johnson creció en Mobile, Alabama, en la década de 1960, cuando no se esperaba que un niño negro llegara demasiado lejos.
Pero su talento para la ingeniería era tal que llegó a trabajar para la NASA y ayudó a probar el primer avión indetectable por radar.
Sin embargo, el invento que le hizo millonario fue una pistola de agua: la súper poderosa Super Soaker, como explica en este texto.
Siempre me gustó jugar con cosas.
Una tarde, construí una boca de manguera y la conecté con el lavabo del baño, donde estaba haciendo algunos experimentos.
Salió un potente chorro de agua a través del lavabo. ¡Y de ahí saqué la idea de lo divertida que sería una pistola de agua que fuera potente!
Entonces me puse a fabricar partes de la pistola de agua de plástico con un pequeño torno y una máquina fresadora en el sótano de mi casa.
Realmente no sabía si la magia que tenía en mi cabeza se iba a materializar hasta que todas las partes estuvieran juntas y yo pudiera accionar el gatillo.
Le di la pistola de plástico a mi hija de siete años, Aneka, y observé cómo la utilizaba para jugar con los otros niños de la base.
Pronto me di cuenta de que mi prototipo de pistola de agua era excelente para romper el hielo en las reuniones sociales.
Me la llevé a un picnic de las Fuerzas Aéreas un día y un oficial superior, un mayor, la vio y dijo: "¿Qué es eso que tienes ahí, Johnson?
Y le dije: "Es mi pistola de agua, señor". Y me contestó que tenía un aspecto muy raro. "¿Funciona?", preguntó.
Así que me di la vuelta y le disparé justo entre los ojos. Tras lo cual el picnic se acabó: todo el mundo empezó a lanzar vasos de agua, de cerveza...
Alianza
Mi idea inicial fue fabricar la pistola yo mismo. Una fábrica me dijo que costaría US$200.000 sacar las primeras 1.000 pistolas de la línea de producción.
Yo no tenía US$200.000, así que me di cuenta de que tenía que entrar en una asociación estratégica con una empresa de juguetes.
Empezaron entonces siete años de frustración y comienzos falsos. Pero sé qué pasa conmigo, nunca se me ha dado bien renunciar.
Luego, en febrero de 1989, estaba caminando por la Feria Internacional de Juguetes de Estados Unidos, en Nueva York, la más grande del mundo, cuando encontré una empresa llamada Larami.
El nuevo modelo estaba hecho de plexiglás y tubos de PVC, e incorporaba un nuevo diseño: en lugar de mantener el agua dentro de la pistola, la botella de soda de dos litros iba encima y funcionaba como reservorio de agua.
Tenía un largo de 628 milímetros. El diámetro del chorro era de 2,4 milímetros y podían alcanzar los 12 metros.
Esta pistola era más complicada que las pistolas de chorro que había en el mercado y costó mucho bajar el precio por debajo de los US$10.
E incluso con este precio, no estábamos seguros de que alguien fuese a pagar eso por una pistola de agua.
En 1990, la pistola llegó a las tiendas de juguetes.
Se llamó Power Drencher. Al principio no utilizamos márketing ni anuncios en la televisión, pero igual se vendió bien, dice la BBC Mundo.