El conmovedor mensaje de una mujer que le robaron su hija en Mendoza

Perder un hijo es algo terrible, no cabe en mi cabeza. No puedo imaginarlo y no quiero. No obstante, puedo sentir emociones muy fuertes al enterarme de hechos tristes, desgraciados. Pienso cómo debe sentirse una persona si le roban un hijo, y la desesperación debe ser total. Pero no lo comprendo en mi corazón.

Esa desesperación, en muchos casos, va acompañada de lucha. Hace algunos años, cuando trabajaba en otro diario, investigué algunos casos de posibles robos de bebés en el hospital Lagomaggiore. Todas las mujeres denunciantes compartían similitudes: eran jovencitas solas o de novia en los años ’80; todos los supuestos robos ocurrieron en esa época y a todas les habían dicho que su bebé había nacido muerto pero a ninguna les mostraron los cuerpos, argumentando que iba a ser muy traumático.

El año pasado me contactó una mujer para contarme su caso. Había googleado “robos de bebés en el Lagomaggiore” y aparecieron en los resultados notas firmadas por quien suscribe. Ella contó casi la misma historia que las demás y le creí. No hay chances de que mienta, lo dicen sus ojos. Además, ella formó una organización de búsqueda de hijos (Hija/o Mía/o Te Robaron Cuando Naciste)  y a la que cientos de mujeres se han sumado por dudas sobre la muerte de sus bebés. Trabaja mucho a diario esta agrupación y también trabaja mucho en su profesión que es como se gana la vida.

Ella se llama Patricia Giménez. La entrevisté y estamos siempre en contacto. Este miércoles vi un posteo en Facebook que me dejó temblando.

Es que este 3 de agosto nació su hijita pero en 1984, en el Lagomaggiore. Nunca la tuvo, nunca le pudo dar la teta, no sabe cómo es su cara, su olor, nunca la abrazó, nunca la escuchó llorar, nunca le cambió los pañales, nunca la retó cuando volvió tarde a casa después de una salida con un chico, no pudo cuidarla cuando se enfermó, cientos de no pudo y no la tuvo. ¿Vos te imaginás vivir con esos sentimientos de ausencia? Yo no.

Pero Patricia sigue y sigue. Tuvo otros hijos, los crió, educó y vio crecer. Ellos le dieron felicidad, indudablemente. Pero el agujero en el estómago, el dolor en el pecho la acompaña hace 32 años. Pero ella es una testaruda de mierda que sigue adelante y busca, lucha, se revuelca, llora, arma reuniones, le pide ayuda a los legisladores, exige en la justicia y no se cansa, no quiere cansarse, no le sucederá.

Lo que yo pueda decir es para darle un contexto, nada más. Mejor les copio lo que escribió Patricia en su muro y cualquier cosa que pueda decir quedará chiquita. También vean el video que publicó.

"Felizz cumpleaños mi bebè ... hoy para mi es un dìa de tremendo dolor en el alma, el cuerpo y el corazón, pero también un dìa mas de esperanza de reencontrarnos, y digo reecontrarnos porque nosotros ya estuvimos unidos/as mientras crecìas dentro de mi vientre, porque mis pechos se llenaron de leche, de TU leche el 03 de agosto de 1984 cuando NACISTE, y naciste con vida ... A vos y a mi nos mintieron ... yo, Patricia Gimènez TU mamà, no te regalè, no te abandonè, no te vendì ... te arrebataron de mi vida ... Solamente le pido a Dios que esta vida que tenes sea una vida feliz y mas allá de todo, llena de amor ...
Te amo eternamente ..."