Es por el alquiler de una planta de asfalto, con sobreprecios. Lo acusan de fraude y malversación.
Tercera imputación para Lobos por corrupción
El fiscal Juan María Bancalari comunicará este viernes al ex intendente de Guaymallén Luis Lobos una nueva imputación por fraude a la administración pública y administración fraudulenta en concurso con malversación, por el alquiler de una planta de asfalto a la empresa Wanka SA, propiedad de un desarrollador inmobiliario en cuyos barrios poseen lotes la esposa de Lobos, Claudia Sgró, y otros ex funcionarios.
La presunción del fiscal es que se pagaron sobreprecios por el alquiler de esa asfaltadora y se malversaron caudales públicos. Y por eso imputará este viernes a la mañana a Lobos, y al ex secretario de Obras Públicas Federico Sampieri.
El caso Wanka fue ventilado en noviembre del año pasado por el POST, al igual que el resto de los casos de corrupción que envolvieron a la gestión de Lobos.
El ex intendente acumula ya tres imputaciones, aunque se espera aún por la resolución de los casos más graves por enriquecimiento ilícito, evasión y lavado de activos, y nuevas cusas de ñoquis.
Lobos fue citado para este viernes, de acuerdo a una citación que trascendió este jueves por la mañana. Esta es la imputación más anunciada de todas, y aunque empeora la situación judicial del ex jefe comunal, no está cerca aún de ir a la cárcel. Para ello, el fiscal Bancalari debería demostrar que hubo una asociación ilícita.
El Caso Wanka fue un desprendimiento del caso original, de la enorme corrupción que se instaló en el departamento a través de todo tipo de negocios. La Municipalidad era como un gran supermercado, y el caso de la asfaltadora fue una "góndola" más. La denuncia fue hecha el año pasado por el abogado mendocino Alejandro Acosta poco antes de conocerse la primera imputación por fraude que se hizo contra Lobos, cuando Daniel Carniello aún era fiscal especial. Fue por el alquiler irregular de camiones.
El expediente Wanka es muy rico en sí mismo, porque demuestra una red de corrupción. donde varios integrantes de la "cooperativa política" de Guaymallén tienen lotes tal como publicó este diario meses atrás. La vecina más conocida de estos loteos es Claudia Sgró, ex funcionaria y esposa de Lobos. La relación es evidente. Además, por el uso de la asfaltadora se pagó sobreprecio y una recisión millonaria y a las apuradas, cuando el justicialismo ya había perdido las elecciones y el desbande era completo.
El caso
El año pasado en época preelectoral y cuando ya había sido denunciado penalmente por la investigación publicada por el POST en diciembre de 2014, Lobos decidió asfaltar Guaymallén. Para ello alquiló a la empresa Wanka SA una planta asfaltadora y maquinaria adicional necesaria para la tarea de pavimentación. Este contrato se firmó por un monto anual de 21,6 millones de pesos, a razón de 1,8 millones de pesos al mes. Wanka pondría además a los operarios para la tarea, y la Municipalidad aportaría insumos, combustible y repuestos.
La suma acordada llama la atención. Se asfaltaron 28 cuadras por 20 millones, cuando la gestión de Marcelino Iglesias licitó 45 cuadras a seis millones de pesos, valores actuales de este año.
El año pasado, adquirir una planta de asfalto similar a la alquilada por Lobos costaba alrededor de 15 millones de pesos, de acuerdo a consultas realizadas con funcionarios de otros municipios, de áreas afines a la que condujo Sampieri. Es decir, pudo haber comprado una máquina y ahorrar dinero, además de incrementar los bienes de capital del municipio.
Pero mejor es robar.
Luego de asfaltar unos meses, Lobos frenó las tareas en junio tras perder las elecciones. Dejó de pagar ese mes, julio y agosto. Luego la Municipalidad le pagó a la empresa Wanka unos 4,5 millones de pesos a pesar que los proveedores de pavimento habían dejado de "fiarle" asfalto al municipio. Sin tarea que hacer, la máquina fue desmantelada y retirada de la comuna, aunque cobraron por el tiempo de inactividad. En la investigación, se demostró además que se facturaron trabajos de los que no había ni un solo registro.
Cuatro facturas de junio y cuatro de julio del año pasado por 4,5 millones de pesos fueron parte de la recisión a favor de Wanka SA. Y antes, la comuna pagó 1,8 millones de pesos al mes desde el 23 de enero en adelante. La empresa habría alcanzado a cobrar cerca de 12 millones de pesos por unas pocas cuadras de pavimento. Es casi el total de los 12,95 millones de pesos que facturó en ventas esta firma en el primer semestre del año. Después de las elecciones Lobos ordenó en sucesivos decretos afectar fondos del municipio para pagarle a Wanka.
Se estima que a Wanka se le pagó seis veces más de lo normal, por trabajos que además no pudieron certificarse.
No le ha ido mal a Wanka SA desde su creación en 2006. Sólo en la mitad de 2015 multiplicó por cuatro o más la facturación en ventas de los años anteriores. Facturó 2,14 millones de pesos en 2012; 3,2 millones de pesos en 2013; 3,6 millones de pesos en 2014, y en el primer semestre de 2015 con el contrato de alquiler de la maquinaria a Guaymallén facturó 12,3 millones de pesos. Aunque habría cobrado casi 21 millones de pesos.
Las imputaciones por fraude y malversación se producirán mañana. Lobos ya estaba imputado por el alquiler trucho de camiones, y por el caso de la famosa empleada ñoqui de su suegra, que cobraba el sueldo entro de una mujer que tenía trabajando en su casa, en servicio doméstico. Y ahora, los sobreprecios.
Las próximas imputaciones de Lobos son las que podrían llevarlo a la cárcel. El juez federal Walter Bento habría producido una importante cantidad de prueba respecto del capítulo "federal" del Caso Lobos: lavado, enriquecimiento y evasión. Y resta conocer una auditoría municipal que se está llevando a cabo con peritos independientes. Funcionarios de la Municipalidad adelantan que por las conclusiones de aquel informe habrá más denuncias.