El Post pudo acceder a testimonios de primera mano referidos a la nueva estafa piramidal que recaló en Mendoza en los últimos tiempos.
Así es el fraude del Telar de la abundancia en Mendoza
María C. duda un momento. Resopla y mira para los costados, como si alguien estuviera espiándola. Luego, se anima: “Yo fui estafada, a mí me estafaron. Me dijeron que iba a ganar mucha plata y terminé perdiendo lo poco que tenía. ¿Y ahora qué hago?”.
Lo mismo jura Cecilia M., sentada a su lado, un poco menos dubitativa: “¡Yo tuve que pedir un préstamo, imagínate! Me hicieron poner casi 20 mil pesos y me juraron que ganaría ocho veces más… ¡Perdí todo!”.
Ambos testimonios son calcados de los tantos y variados que recibió el Post en las últimas semanas, luego de publicar la primera de las notas sobre el denominado “Telar de la abundancia” el pasado 21 de mayo.
La nota de marras se tituló “La nueva estafa piramidal que llegó a Mendoza” y obligó a otros medios mendocinos a tener que meterse de lleno en el mismo tema.
¿De qué se trata? Ya se explicó, pero se reiterará: es la típica estafa piramidal, donde unos pocos ganan fortunas de dinero a costa de muchísimos incautos.
En este caso en particular, hay mucho ingenio puesto al servicio del fraude. Es una suerte de “telar” o “flor” conformada por 15 personas divididas en 4 niveles: Agua (1 mujer), Tierra (2 mujeres), Aire (4 mujeres) y Fuego (8 mujeres).
“Una vez que entraste al telar, tenés entre dos y tres semanas para cerrar tu propia célula, para convertirte en Agua”, revela María.
Una vez allí, en la punta de la pirámide, el centro de la flor invita a dos personas que a su vez reclutan a dos más y así sucesivamente hasta tener “N” cantidad de integrantes.
Lo demás es obvio: el aporte dinerario se “ofrenda” a quien está en la cima por parte del resto de los involucrados, quienes a su vez van subiendo de nivel con la ilusión de poder recibir dinero.
“El punto medular es que se requiere ser constante y tener siempre nuevos integrantes en estos esquemas porque llega el momento que se hace insostenible y se rompe la cadena, además esto se puede utilizar por estafadores, pues ellos crean las células, cobran y dejan enganchados a los demás. La persona que la inicia o coloca capital”, refiere diario La Vanguardia de México, uno de los primeros países en los que el fraude del telar se hizo popular.
Hoy en día, lo que florece allí es otra cosa: las denuncias por estafa por parte de los que alguna vez creyeron que el sistema funcionaría.
Por caso, al momento de escribir la presente nota, llegó al Post un correo electrónico de una tal Patricia G., quien solicitó a este diario “el número o la dirección de algún abogado penalista; soy víctima de un telar de la abundancia. Necesito recuperar el dinero y no sé si es en vano ir a un abogado o no”.
El peligro de las redes sociales
“El sistema está muy bien pensado, porque te bombardean por todos lados, te cuentan casos de personas que compraron su casa o auto gracias al Telar, de gente que se hizo millonaria de la noche a la mañana; y no te dejan pensar, entonces caes como chorlito. Ni siquiera te permiten que se lo cuentes a tu marido o pareja”, confiesa Cecilia.
Y agrega un punto interesante: “Son muy pocos los que hacen la denuncia judicial por estafa. Como nunca le contaron a su familia, después les da vergüenza. Es mi caso, por ejemplo. ¿Cómo le explico a mi marido que puse plata —que no tenemos— en un negocio tan sospechoso?”. Como puede verse, la estafa está muy bien pensada.
Ver además: La nueva estafa piramidal que llegó a Mendoza
El modelo es el de siempre, es el tristemente célebre esquema Ponzi, solo que ahora la explosión de las redes sociales ayuda a que la captación sea más sencilla. Basta ver la gran cantidad de páginas de Facebook que intentan enganchar incautos para percatarse de ello.
“A mí me agarraron por Whatsapp, me metieron en un grupo cerrado donde tres amigas mías me invitaron a ingresar prometiéndome que ganaría 140 mil pesos en poco tiempo… ¿cómo iba a sospechar de algo malo?”, revela María.
En el caso de Cecilia, fue otra la manera de captación: “Me metieron en un grupo de Facebook del Telar, y cuando vi los comentarios, todos de personas que habían logrado ganar mucha plata en poco tiempo, me metí sin dudarlo”.
Es curioso, porque las mismas redes sociales que invitan a la estafa, también son depositarias de cientos de testimonios de personas que advierten sobre el posible fraude. Basta ver el siguiente compilado de tuits para quitarse las dudas respectivas.
Colofón
¿Cómo prevenirse, no solo del Telar, sino de otros fraudes piramidales? El ya referido diario La Vanguardia lo explica muy bien a través de seis puntos concretos:
1.- No se deje llevar por la primer impresión, revise cómo se ha estado pagando y la solvencia moral y económica de los participantes que estén con usted.
2.- Si acude a una charla informativa, no se comprometa a nada.
3.- Denuncie cualquier actividad sospechosa con los organizadores. Recuerde que no se deja nada por escrito, por lo cual es muy complicado recuperar el dinero en caso de una estafa.
4.- El hecho de que haya sido testigo de una entrega no le garantiza que con usted va a ser igual.
5.- Tenga cuidado si le agregan a un grupo de WhatsApp o Facebook ofreciéndole estos esquemas. Investigue quién aportó su número o datos y si no le interesa sálgase de él.
6.- Al final es una promesa muy buena como para ser real y no están reguladas ni controladas por alguna autoridad hacendaria o financiera.
Los puntos son claros y precisos, y caben perfectamente para el caso del Telar de la abundancia.
Por eso, hay que prestar atención y abrir bien los ojos. Como dice una vieja frase del saber popular, “no todo lo que brilla es oro”.