Nu Skin se reconvirtió y ahora capta a los incautos con mucha más cautela. Reuniones en el Hyatt y nuevas revelaciones contractuales.
Nu Skin, la estafa piramidal que volvió a Mendoza
Hace poco más de un año, el Post desnudó los desaguisados de Nu Skin, una empresa dedicada a estafar incautos a través del viejo y conocido sistema piramidal, que suele reportar grandes beneficios a unos pocos en detrimento de muchísimas personas.
El patrón es siempre el mismo: la víctima en cuestión es convocada bajo evasivas y mensajes promisorios en los cuales se la invita a hacer “el negocio de su vida”. Nada se le anticipa al respecto, dato que ya convoca a la sospecha. ¿Qué clase de ofrecimiento puede merecer tanto misterio sino está relacionado con el engaño mismo?
Luego, se le explica —al mismo incauto—que tiene la posibilidad de hacer mucho dinero vendiendo los productos de la misma firma, previo pago de $13.200.
Pronto, el crédulo se da cuenta de que es imposible “colocar” esa mercadería, por lo cual pasará al “plan B”: intentar enganchar a otras personas en el mismo negocio. Ya no se trata de ganar dinero, sino de —al menos— recuperar lo que se puso.
Allí, aparece una obviedad: si los productos de esa firma fueron realmente buenos y rentables, ¿para qué se intentaría meter en el mismo negocio a alguien más, que terminará siendo competencia de uno mismo?
Descartada la posibilidad de hacer dinero con los productos Nu Skin, solo resta meter a otros incautos en la trampa. Y allí es donde aparece la segunda falacia: creer que se puede ganar plata de esa manera.
Como sea, cuando este diario desnudó la trampa que era Nu Skin, sus promotores decidieron replegarse y muchos —la mayoría— desertaron “en masa”, aún a riesgo de perder el dinero que habían puesto en un principio.
Ver además: Por qué es imposible ganar dinero con Nu Skin (u otras "pirámides")
Sin embargo, poco a poco comenzaron a reorganizarse y, de alguna manera, mejoraron su método de captación.
Ahora la información que se brinda es la mínima posible y las reuniones pasaron a hacerse en lugares de lujo como el hotel Hyatt de Mendoza, tal cual muestra la siguiente invitación:
Allí, los incautos son testigos de un “acting” pocas veces visto, con un despliegue descomunal de videos, gráficos y testimonios falaces. Acto seguido, son abordados por los “coachers”, que no aceptarán un “no” como respuesta ante el ofrecimiento de ingresar a la firma.
(Casi) todos pierden
Oportunamente, el Post logró hacerse con varias docenas de testimonios en primera persona de personas que confesaron haberse sentido estafadas. Todas ellas ingresaron con promisoria ilusión al esquema Nu Skin y terminaron perdiendo su dinero.
Como se dijo, y se reiteró hasta el cansancio en este diario, el sistema es inviable: solo ganan unos pocos —poquísimos— que están en la cima y los demás solo perderán, sin solución de continuidad.
Como bien explica el especialista en sistemas piramidales Juan Diego Gómez en el siguiente video, solo el 5% de los que están en la cúspide ganan billetes. Los de abajo solo servirán para mantener a esos pocos privilegiados.
Todo lo que pueda decirse en contrario, es falso. No es una cuestión periodística, sino matemática. Lo que hace Nu Skin es una copia de un viejo esquema que se probó en veintenas de proyectos similares que finalmente sucumbieron por propio peso.
Revelaciones de la letra chica
Si alguno alberga la esperanza de reclamar judicialmente a la empresa en caso de sentirse estafado, también tendrá severos problemas: al firmar contrato lo hace con Nu Skin Enterprises United States, Inc., 75 West Center Street, Provo, Utah 84601 y no con su sucursal en Argentina.
En el mismo acto, estará prorrogando el Derecho y la Jurisdicción en caso de pleito: “Este contrato es sujeto a arbitraje, Utah será la sede exclusiva para arbitraje o alguna otra resolución de cualquier disputa presentada bajo o relacionada a este contrato. El lugar de origen de este Contrato es el Estado de Utah, EUA, y será gobernada por, interpretada de acuerdo a las leyes de Utah, sin dar efecto a estas reglas respecto a las leyes. La sede exclusiva para cualquiera de estas disputas será en el Condado de Salt Lake, Utah. Consiento a la jurisdicción personal de cualquier corte dentro del Estado de Utah y renuncio a cualquier objeción del lugar impropio”, de acuerdo a los documentos a los que accedió en exclusiva el Post.
Allí, en la “Sección 30 B”, se deja claro que “la Compañía y el Distribuidor están de acuerdo que el arbitraje obligatorio y vinculante es el único medio para resolver cualquier conflicto”.
¿Qué quiere decir esto? Que, en caso de tener diferencias con la empresa, sea mínima o máxima, para poder hacer algún reclamo debe recurrirse a un mediador privado.
Pero hay más: en la “Sección 23”, Nu Skin se reserva expresamente el derecho de hacer cualquier modificación en el Contrato a los 30 días de la notificación por escrito a través de los sitios de Internet: www.nuskin.com, www.pharmanex.com y www.bigplanet.com.
Ver además: Nu Skin, cómo es la estafa mendocina en primera persona
Si ello no parece suficiente, basta leer la “Sección 34-R”: “La Compañía se reserva el derecho de suspender o terminar la participación de un Distribuidor en el Programa, para conservar las ganancias por las ventas minoristas y/o los créditos por volumen de ventas o de terminar una relación de distribución”.
Como puede verse, es amplio el nivel de discrecionalidad que tiene Nu Skin para con la relación con los “distribuidores” teniendo las facultades de modificar la relación que los une.
Esta posibilidad de cambiar las reglas de juego se aplica también al plan de compensación: “El Plan de Compensación de Ventas puede ser cambiado por la Compañía en cualquier momento con un aviso de 30 días de anticipación.”
Otra vez: lo mencionado es parte de la documentación oficial de Nu Skin a la que accedió el Post en exclusiva en las últimas horas. No hay especulación alguna.
Las cartas han sido echadas, quien quiera avanzar a pesar de lo aquí advertido, lo hará a su propio riesgo.
Tal vez haya que hacer caso a lo que suele decir el astrofísico norteamericano Neil DeGrasse Tyson: “Yo simplemente voy con lo que funciona. Y lo que funciona es el sano escepticismo inherente al método científico”.