Una psiquiatra enumera varias "pistas" que nos pueden ayudar a saber en qué andan nuestros hijos.
Cómo saber si tu hijo se droga
La psiquiatra Geraldine Peronace enumeró para el diario Infobae una serie de parámetros de conductas sintomáticas, a los que los padres deben estar alertas, para reconocer si los jóvenes están consumiendo algún tipo de droga.
Lo primero es estar atentos a diferentes cambios que van desde lo físico a lo conductual: "Se generan cambios de hábito. Va a dormir mucho o muy poco, ya que si toma drogas excitantes va a tener insomnio. Puede bajar o subir mucho de peso; estar más triste, más deprimido o más irritable"
Peronace sostuvo que otro síntoma de que "algo raro" está sucediendo es si "durante la semana o después del fin de semana, utiliza gotitas para los ojos" o "si se encierra más con llave en el cuarto o tiene lugares bajo llave", como también "si el dinero de la semana se lo gasta de golpe o que de repente comienza a tener más plata de la que uno le ha dado".
En ese sentido, sostuvo que resulta muy importante estar atentos a la generación de nuevos grupos de pertenencia: "Como método preventivo lo ideal es conocer a sus amigos y de ser posible también a los padres".
Otro detalle a tener en cuenta son objetos nuevos. Pueden ser pequeños detalles, objetos que antes no estaban y comienzan a aparecer, mostrando una nueva “cultura”.
Papeles para armar cigarrillos o papelillos o -"sedas" en la jerga-; pipas -de tabaco o agua-, aerosoles o latas fuera de contexto; pequeños papelitos con dibujos, del tamaño de una huella digital; pastillas con formas varias, infinitas posibilidades; algún gotero como las de las viejas farmacias o hasta botellitas de vidrio con nombre llamativos, son solo algunos de los objetos que deben llamar la atención de los padres.
"Cuando se levanta la ropa, ver si hay algo que llama la atención. En algunos casos, el olor de la ropa puede ser la evidencia del ambiente en que se mueve. La presencia de alguno de estos elementos es un indicio de que los hijos tienen algún tipo de consumo de fin de semana", agregó la especialista.
Los jóvenes que consumen sustancias, aunque sea ocasional, ponen el desarrollo de su cerebro en peligro. Todas las drogas dejan su rastro en el cuerpo y, a veces, esa huella puede ser permanente.
"El desarrollo neurobiológico del cerebro se concluye entre los 24 y 25 años. Hasta esa etapa se siguen desarrollando áreas específicas. Todos los jóvenes que vayan a consumir van a estar dañando y dejando improntas en zonas que están nuevitas".
"Ese sector del cerebro que se está desarrollando puede quedar dañado, atrofiado o lesionado.”
Como resultado de ese daño, la vida de una persona puede cambiar en maneras que, a priori, pueden parecer imperceptibles.
"Puede alterar la trayectoria de toda una vida. La mayoría de las drogas tocan el lóbulo frontal, que es con lo que planeamos nuestra vida, nuestro día siguiente, a dónde quiero ir de vacaciones. Todo eso lo pienso y lo organizo en esa zona del cerebro"
Ante una emergencia
Si estamos frente a una intoxicación, resulta crucial "no darle nada por vía oral". Leporace explicó que las drogas tienen efecto depresores sobre el cerebro y sistema nervioso central y que "al tener el sensorio deprimido la persona no puede tragar como corresponde. El riesgo es que ese líquido, sea agua o café, vaya al pulmón y produzca un paro respiratorio por broncoaspiración"
Además, resaltó que ante una suceso es importante recostar a la persona sobre el costado izquierdo de su cuerpo, para evitar que, si vomita, el líquido no vaya a los pulmones.
La psiquiatra recomendó llamar urgentemente al servicio de ambulancia o dirigirse en auto al hospital."
Más allá de los elementos o actitudes que puedan despertar la sospecha, para la psiquiatra es fundamental forjar un buen vínculo comunicativo con los menores: "Si uno está realmente conectado con su hijo, sabe y siente cuando algo raro está pasando".