Caos en la Lepra

Independiente Rivadavia atraviesa momentos tumultuosos. El equipo del Parque San Martín transita un presente lleno de penurias a partir de los malos resultados que el equipo está cosechando en la B Nacional y que fin de semana tras fin de semana destapa ollas cuya presión ya es insostenible.

Institucionalmente, la Lepra no tiene rumbo, y esos problemas se trasladan al plantel superior y a los hinchas. Tras "despedir" a Pablo Quinteros, le dieron la oportunidad a Felipe Canedo, un hijo adoptivo del club, que ganó hasta ahora el único partido a favor que tiene el Azul.

Cuando consiguió esa victoria, lo sacaron y llegó Daniel Córdoba, un personaje especial del fútbol argentino que, además, había salido del ruedo hacía muchísimos años.

El Profe, tal como le dicen, es una persona excéntrica que gesticula mucho y se hace notar. No así por los resultados a favor, ítem que jamás fue su fuerte en los diferentes equipos que dirigió.

Con el nuevo técnico, Independiente perdió los dos que jugó. El plantel, con algunas limitaciones y varias dudas, no logra reaccionar y tras la derrota ante Almagro explotó el Gargantini.

Los hinchas no se quedaron callados y manifestaron su descontento apuntando a la comisión directiva encabezada por Leo López. Para agregar leña al fuego, Pablo Dolci, capitán y referente de este equipo, ventiló que al plantel le deben en algunos casos hasta 7 meses de deuda.

Así perdió la Lepra ante Almagro:

Se escucharon gritos y discusiones, y luego el presidente (López) salió a dar su versión, contando que la deuda en el peor de los casos llega a 4 meses. No es consuelo, ni mucho menos mejora la situación.

En este contexto, el Azul aparece último en la tabla (jugadas 9 fechas) y empieza a mirar con preocupación el único que descenso que tendrá este torneo. Por lo pronto, ahora visitará a Gimnasia de Jujuy para tratar de empezar a apagar las llamas y que el caos no sea tal.