Científicos argentinos desarrollaron un compuesto natural que mata las larvas del mosquito, pero ni públicos ni privados decidieron usar el producto. Cada año se infectan más de 50 millones de personas.
El dengue se podría haber frenado desde 2008
Este año el Dengue en Argentina se expandió como nunca antes y en febrero la OMS declaró la emergencia mundial. Mientras desde el ministerio de Salud de la Nación piden a la gente que "descacharrée", existe en el país un compuesto que mata las larvas del mosquito pero que nunca se utilizó para prevenir la epidemia que ya lleva 20 mil casos en Argentina.
Y no es que nadie lo sabía. El 19 de febrero de este año, la noticia de que científicos del Instituto Nacional de Tecnología Agraria (INTA) crearon el bioinsecticida fue portada del sitio de prensa de Casa Rosada.
El Post replicó esa nota pero, al investigar, descubrimos que el desarrollo del larvicida tiene más de ocho años. De hecho, el INTA lo dio a conocer en el año 2008 y por ese entonces también la noticia se reflejó en diversos medios nacionales.
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¿Cómo era posible entonces que , existiendo la forma de frenar la epidemia no se haya hecho nada para evitar los miles de casos que hay en nuestro país, sin contar los de Paraguay y Brasil que son muchísimos mas?
¿Puede ser tanta desidia?
No sólo el Dengue, sino también las otras enfermedades que transmite el Aedes Aegipty: Zica y Chicungunya, podrían haberse evitado ya que el desarrollo de los investigadores del INTA se trata de un compuesto que ataca directamente al mosquito en su etapa de larva.
La investigación del Post arrojó que, en el año 2009, el equipo de científicos del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) otorgó el "know how" del bioinsecticida a la empresa Prodinsa S.A., pero nunca se logró el desarrollo.
La peor respuesta
El ingeniero Adolfo Cerioni, coordinador Nacional de Vinculación Tecnológica del INTA, explicó al Post que "en ese momento murió el dueño de la empresa (Prodinsa) y sus herederos decidieron continuar con el desarrollo de lo que ya venían produciendo sin sumar productos nuevos".
"Luego se hizo un contrato de confidencialidad con un laboratorio público para hacer el desarrollo pero finalmente quedó en la nada", agregó.
Lo grave de la situación es que a pesar de que el producto demostró su eficacia ya que se coloca en el agua donde podrían crecer las larvas matándolas en menos de 3 horas, y a pesar de que el INTA, mediante el IMyZA, cuenta con “los investigadores para transferir todo el know how”, es decir, envía a sus investigadores a explicar la receta del compuesto para iniciar la producción del biolarvicida en los laboratorios que decidan licenciar el producto, como remarca Cerioni, nadie se ha interesado en hacerlo.
"Lamentablemente es algo a lo que estamos acostumbrados -confesó Cerioni- es una cuestión cultural, quienes están a cargo en los sectores públicos prefieren seguir aplicando los químicos que ya conocen a probar un producto nuevo".
La situación es peor aún, ya que el larvicida del INTA, no sólo demostró su eficacia para controlar al mosquito, sino que, además, al tratarse de un compuesto natural, no hace daño al medio ambiente ni a las personas. Tampoco necesita de equipos ya que no se fumiga, sino que se coloca en los recipientes y aguas donde puede crecer el mosquito, y se renueva cada 15 días, aunque también se comprobó que tiene eficacia durante 30.
Además, es gratis: "Al tratarse de una tecnología de impacto social, transferimos el conocimiento totalmente gratis a los laboratorios públicos, si se trata de un laboratorio privado que saca lucro del producto entonces sí, le pedimos regalías".
Mientras tanto, Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, decía a fines de enero que "Decidí crear un comité de emergencia que se reunirá en Ginebra. Científicos de todo el mundo van a reunirse, para ver si encontramos una salida".
La titular del organismo que controla la salud mundial admitió que "eso va a llevar un tiempo" y agregó que "vamos a tratar de seguir respondiendo las preguntas que por ahora no tienen respuesta científica".
Algunos números del dengue
En los últimos 50 años, la incidencia se ha multiplicado por 30. En la actualidad, más de 2500 millones de personas, o sea más del 40% de la población mundial, está expuesta al riesgo de contraer dengue.
Según estimaciones recientes de la OMS, cada año se producirían entre 50 y 100 millones de infecciones.
Una forma grave del dengue (conocida como dengue hemorrágico o Chikungunya) es prevalente en zonas tropicales y subtropicales de la mayor parte de los países de Asia y América Latina. Se estima que cada año unas 500 000 personas con dengue hemorrágico necesitan hospitalización, entre ellos una gran proporción de niños. Aproximadamente un 2,5% de ellos muere.
En el INTA, los científicos que se desvelan para encontrarsoluciones ya la tienen y hace mucho. Pero nadie se las pide.
"Lo hemos ofrecido a varios laboratorios públicos pero con ninguno trascendió de eso. Tenemos sí un requerimiento de otro país para desarrollar el larvicida", puntualizó Cerioni para quien, lamentablemente "no es nada nuevo la resistencia al cambio y la aceptación de nuevas tecnologías".
¿Tendrá algo que ver el hecho de que recientemente se haya comprobado la efectividad de una vacuna?