Hacé algo diferente y disfrutalo como se debe.
Cómo armar un picnic perfecto (en 6 pasos)
¡A todos nos encanta salir de picnic! Por eso, debemos pensar qué tipos de alimentos y bebidas seleccionaremos, es fundamental organizarlo bien para evitar sorpresas y contratiempos.
Ya sea en el parque, una finca o en el mar puede ser un plan estupendo (y económico) para compartir con la familia, la pareja o los amigos en un fabuloso día de verano. El objetivo es sencillo: degustar varias cosas ricas, al aire libre y con tranquilidad. No obstante, perder de vista algunos detalles puede arruinarnos el momento.
Un picnic es una comida informal y distendida, pero eso no significa que esté sujeta a la improvisación. De hecho, la primera regla para garantizar su éxito es planificarla con tiempo -y, si posible, con una lista-. Hay que considerar que se estará lejos de casa y que, por lo tanto, no se contará con el comodín de tener la alacena o la heladera a mano. Olvidarse del pan, de un cuchillo o las servilletas no caben en este caso.
Las siguientes son ideas prácticas y de gran ayuda para tener en cuenta.
1. Alimentos seguros, siempre
Se deben considerar una serie de aspectos de seguridad alimentaria, sobre todo porque es difícil mantener la cadena de frío y conservar los alimentos a la temperatura adecuada, aun cuando se usan refrigeradores portátiles. Es importante contar con geles de hielo, una conservadora térmica y ubicarla en algún sitio a la sombra. También interesa no mezclar alimentos crudos y cocidos (para evitar la contaminación cruzada), llevar las verduras y frutas bien lavadas desde casa y prescindir de algunos elementos problemáticos, como los que pueden fermentar o descompones rápido.
2. Primero el confort
Cualquier menú, por rico que sea, se disfruta menos si se está incómodo. En el caso de un picnic, esto significa dos cosas: llevar ciertos elementos importantes y elegir con cuidado la comida.
> Los básicos: Para comer a gusto en el suelo -en general sobre el césped o la arena-, es necesario disponer de un mantel bien amplio y, si es posible, algo grueso. Esto aislará a los comensales de la humedad, la dureza del suelo y evitará que se tenga que aguantar alguna piedra o raíz mientras se esté sentado. También hay que contar con servilletas descartables con vajilla liviana y práctica, que se pueda transportar con facilidad y que no se rompa. Mejor usar vasos, platos y cubiertos de plástico.
> Qué recetas elegir: Si bien muchas son deliciosas, resultan poco prácticas dado que se estará en el suelo y con platos y cubiertos algo más endebles que los de casa.
Preparaciones estofadas o carnes con mucha salsa son un buen ejemplo de lo que habría que evitar.
Otros platos no recomendados -por comodidad y seguridad- son las preparaciones que contengan huevos poco cocidos, mayonesas caseras o pescado semi-crudo. Lo mejor son las ensaladas frescas, los quesos y fiambres seguros. También se pueden armar sandwiches deliciosos con carnes ya cocidas, como las milanesas. De postre, lo ideal es siempre llevar frutas frescas enteras o en ensalada.
3. Conservadora Vs. Canasta
Al transportar los alimentos es fácil dejarse llevar por la imagen idílica de la cesta de mimbre. Si bien se puede utilizar para llevar el mantel, las servilletas, los cubiertos y el pan, no conviene usarla para las bebidas ni los alimentos procesados. En este caso, lo más recomendable es tener una conservadora térmica con tapa, bien cerrada que ayudará a mantener los alimentos a una temperatura fresca.
4. Bolsas de hielo, no gracias
Si es posible elegir cómo refrigerar la comida, es preferible llevar bloques de gel helado, y olvidarse de las típicas bolsas de hielo. Con el paso de las horas, los cubos se derretirán, harán un gran charco de agua dentro y parte de los alimentos acabarán flotando en él, es decir, estropeados. El hielo sólo para las bebidas, como algo extra.
5. Recipientes separados y cerrados
Los alimentos deben llevarse por separado, por grupos y en recipientes cerrados de manera hermética. Este consejo vale tanto para las ensaladas, las verduras, las frutas, las carnes cocidas, etc. como también para los fiambres, los embutidos y los quesos, que si se envuelven con un simple papel pueden ensuciar el resto de alimentos. De no contar con varios recipientes, lo ideal es usar papel film o de aluminio.
6. El menú ideal
Es mejor decantarse por productos ligeros y fáciles de comer -como bocados simples o sandwiches- o alguna ensalada con verduras combinada con queso, que se llevarán limpias, secas y sin aliñar. Esto último es muy importante: los aderezos deben ir en un recipiente aparte, para que cada persona agregue a su gusto en el momento de consumir. Si se llevara la ensalada ya aliñada, el ácido del vinagre la oxidaría y estropearía su textura y sabor.
La imagen típica del picnic incluye vinos, copas y varios manjares dulces, pero estas no son opciones prácticas, a menos que el picnic se haga en el jardín de casa. Si se quiere ofrecer un menú sano y nutritivo, vayamos por opciones seguras y la mejor bebida siempre será el agua mineral, un buen té helado, limonada con hojas de menta o los jugos naturales.