Referentes de Bodegas López, Pulenta Estate, Caelum y La Mala María Wines dan su parecer. Un panorama que traza lo sucedido en este 2020.
Bodegueros y el impacto positivo de la pandemia
Sin lugar a dudas terminamos un año complicado, en el que la pandemia atacó a principios de año y forzó a cambiar estrategias, torcer rumbos y readaptar planificaciones. En ese contexto hay sectores de la economía que han sufrido más que otros. Quienes siguen adelante han mostrado su resiliencia y algo de positivo contagian después de tantos cambios abruptos.
Tal vez el sector vitivinícola y en especial aquel que va directamente al consumidor, acostumbrado a los canales de ventas tradicionales, este año han tenido que innovar o acelerar procesos más dinámicos, descubriendo la potencialidad del e-commerce y del buen uso de las redes sociales como aliados en una estrategia de marketing y ventas.
De esta forma volvemos a consultar (con una misma consigna) a referentes del ámbito de bodegas y emprendimientos vitivinícolas, para conocer su percepción y sacar en limpio el dato positivo de un 2020 que quedará como un hito (por lo malo y por lo bueno) en la historia.
¿Qué deja de positivo este año para su rubro?
Eduardo López - Bodega López
-Si bien fue un año difícil y con muchas cosas negativas, siempre hay aprendizajes positivos. Nos dimos cuenta que el trabajo a distancia es posible. Tuvimos que aprender muchas cosas con rapidez y no fallar en el intento. El contacto más directo con nuestros consumidores es fundamental
Hicimos muchos cambios durante este año, tuvimos nuevos productos, etiquetas renovadas, actualizaciones de vinos y de sus imágenes, además de nuevas actividades acorde a la situación.
Estuvimos muy atentos a los nuevos negocios que fueron surgiendo, que antes eran impensables. Fue el año de las reuniones y presentaciones virtuales, de las degustaciones a distancia, pero nos dimos cuenta de que las relaciones personales son fundamentales.
Ver: Seis referentes del mundo tecnológico resumen el 2020
Tuvimos que tener agilidad en las decisiones, ser versátiles y tener gran cintura para reinventar nuestros negocios en forma rápida. Nuestro personal realizó un gran esfuerzo y nos dimos cuenta sobre la importancia que es la contención. Tenemos una responsabilidad social a la cual no podemos ser ajenos.
Aprendimos a valorar mucho más a nuestros seres queridos, dado que ninguno tenemos nuestra existencia asegurada. El verdadero valor del tiempo está en cómo decidimos vivirlo y aprender de él. Si bien la Argentina nos tiene acostumbrados a cambios bruscos, este año fue el extremo, y habernos podido mantener ha sido un gran logro.
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