El pedido de Justicia sigue vigente.
Florencia Romano: mujeres y niñas te lloramos
Los músculos de la garganta se cerraban a medida que nos acercábamos al kilómetro cero, tal como sucede ahora escribiendo estas palabras. Se escuchaban los bombos y se veían las banderas.
Caminando por la Peatonal, un grupo de tres chicas detrás nuestro se acomodaban los pañuelos y se pintaban la cara unas a otras. Cuando vimos la bandera de Ni Una Menos Mendoza sostenida por otras nenas, se nos humedecieron los ojos, siempre sostienen esa bandera las referentes más grandes o familiares de las víctimas que en este caso no estaban presentes porque estaban tramitando la entrega del cuerpo de Florencia.
Una de las adolescentes sostenía un cartel que decía "justicia para mi amiga" con una foto de ella misma junto a Florencia.
Una chica que asistió con el cartel con la foto de su amiga asesinada.
Parada en la vereda, intentando procesar todo eso que nos atravesaba el cuerpo, el alma y la mente a cada una de las que estábamos ahí, abrazo a mi amiga pero otra me tocan el brazo, al darme vuelta veo los ojos verdes llenos de lágrimas de otra compañera y mientras la rodeaba con mis brazos, otra vez ese dolor, la respiración cortada y las mejillas húmedas.
"Nunca había llorado en una marcha así", le dije y recordé que la noche anterior -la del jueves cuando encontraron su cuerpo- había tenido pesadillas pensando en el caso y contaminada de todos los detalles del femicidio que los periodistas tuiteaban y que los canales de televisión mostraban y relataban sin pensar en que una amiguita o una vecina de su edad podría estar escuchando y que a la noche tendría pesadillas igual que yo.
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Caminamos, gritamos y lloramos a cada paso desde la calle San Martín y Peatonal hasta la Casa de Gobierno. Las más jovencitas se pusieron delante del edificio, sosteniendo la bandera mientras coreaban "¿Florencia está? ¡No está! Entonces luche, luche, luche Mendoza, luche", encrespándole los pelos a cualquiera.
Integrantes del colectivo Ni Una Menos leyeron un documento que expresaba claramente el reclamo por Justicia por el femicidio de Florencia:
La expresión de dolor y de bronca fue inmensa. Quienes estábamos presentes compartimos el mismo sentimiento de angustia y frustración. Con el punto final de la lectura, el coro empezó de nuevo "las pibas no se tocan, carajo", una y otra vez.
Pero lo que era una vigilia, una marcha pacífica, se transformó en descontrol. Mientras estábamos en las escalinatas de Casa de Gobierno, comenzaron las corridas desde calle Patricias Mendocinas porque un grupo comenzó a hacer pintadas y prender fuego el edificio del Poder Judicial.
Ver también: Prendieron fuego oficinas de Casa de Gobierno en la marcha #NiUnaMenos
Los desmanes llegaron hasta la Casa de Gobierno donde algunos tiraron piedras rompiendo los vidrios de las ventanas y puertas y prendiendo fuego las cortinas. Organizadoras de la marcha intentaron persuadir y detener a quienes cometieron esos actos de vandalismo pero no fue suficiente. Los efectivos de la Policía de Mendoza, Preventores o cualquier otra fuerza policial no se hicieron presentes en ningún momento dejando que esas personas se descargaran contra los edificios públicos. En Canal 7, la vocera de Ni Una Menos, Silvia Fernández explicó que intentaron detenerlos y no pudieron ya que no eran parte de los manifestantes. Momentos más tarde, similares hechos acontecieron en la Legislatura de Mendoza.
El incendio en la Legislatura.
La decisión de no convocar efectivos policiales al lugar fue del Gobierno Provincial como lo confirmaron en conferencia de prensa ayer el ministro de Seguridad, Raúl Levrino, el jefe de la Policía de Mendoza, Roberto Munives y el ministro de Gobierno, Víctor Ibañez.
Una vez más, el pedido de justicia por la desidia del Estado -representada en la operadora 911 que no dio la novedad sobre la denuncia de violencia de género y funcionarios judiciales que iniciaron la búsqueda sólo después del corte de calle de amigos, familiares y vecinos- queda empañado por tener que dar explicaciones por un grupo de personas que no cumplieron con el contrato social de una manifestación pacífica.
El reclamo es claro, es un pedido de Justicia legítima por el femicidio de Florencia Romano.
