En la mitad de la copa de la Liga, los visitantes han ganado más que los locales, algo que antes era al revés. Opinan un periodista, un futbolista, un DT y un árbitro. ¿Las aficiones presentes sirven para que su equipo triunfe?
Las hinchadas hacen la diferencia
Culminada la primera rueda del extraño campeonato denominado Copa Liga Profesional en el que por primera vez en el fútbol argentino los partidos se llevan adelante sin espectadores, sale a la luz, mediante las frías estadísticas, que como poca veces antes, hubo una alta supremacía de triunfos de equipos visitantes por sobre los locales.
Sacando una simple cuenta de los 36 cotejos jugados, hubo 16 éxitos para las visitas, 11 para los locales y 9 empates. Es decir que el 44,4% (visitantes), 35,5% (locales) y 25% (igualdades).
Esta aseveración lleva a concluir en al menos tres situaciones: que la presencia de la hinchada local, que la comodidad de jugar en "casa" y que la presión que ejerce el publico sobre los árbitros, juega en definitiva para los equipos locales en detrimento del casi siempre "punto" visitante. En cuanto a goles pasa algo similar; mientras que los visitantes convirtieron 44, los locales llegaron a 41.
Con esto se podría inferir que si todos los partidos se jugarán en canchas sin público las posibilidades de los equipos con poca hinchada (a los que no vamos a mencionar para no lastimar susceptibilidades) son casi idénticas que los de grandes parcialidades como Boca o River.
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Así, estadios como la difícil Bombonera que tiembla, El cementerio de elefantes de Colón, sin hinchas, pasarían a ser simples campos de juegos donde no hay presión de la muchedumbre que alienta, silba e intimida al árbitro
Oportunidad para los equipos chicos
"Creo que el fútbol sin hinchada es una gran oportunidad para los equipos chicos. No es lo mismo enfrentarse a un grande en su cancha y con su gente que no", opina el exfutbolista y actual DT local, Sebastián Cloquell.
"Nosotros con Argentino, en el torneo del Interior llegamos a estar 18 fechas invictos como locales. Ahora, cuando los jugadores entran y hay silencio todo se empareja, la condición de local hace que todos los partidos parecen que se hacen en cancha neutral, por eso hay tantos triunfos visitantes".
"Para mi tanto el VAR como la no asistencia de fútbol, le quita mucho encanto al deporte. Por la tele se escucha lo que dicen los técnicos y los jugadores se tienen que cuidar de hablar, lo más gracioso son los parlantes que algunos clubes ponen con canciones de cancha grabadas. Esto con los visitantes como los más ganadores demuestra que al público, al calor del público no hay modo de reemplazarlo".
No se puede comparar
Para Luciano Sánchez, el popular "Cheche" de Independiente Rivadavia, "no se puede comparar jugar con público que a puertas cerradas. Por la característica de nuestra hinchada, cada vez que se produce una meseta en el juego, la gente sale a alentar y eso te anima".
"No me llama la atención esta estadística de que los visitantes ganan más que los locales; es porque estos últimos no tienen la presión del público en contra".
"Cheche" es uno de los jugadores más queridos por la afición leprosa por eso le perdonan todas, es de los que dejan todo en la cancha. "Cuando te equivocás en tu cancha y con público, aparece el famoso murmullo; bueno, ahora sin gente, cada vez que me mande alguna, no se va a notar, ja".
Cambio de axioma
En la mirada del experimentado periodista Fernando "Blue" Montaña, este fenómeno cambia los axiomas.
"Algunos de los axiomas futboleros de antaño eran: "Equipo que gana no se toca", "Repite formación desde hace cinco temporadas". O sino "de local te mata".
Hoy la fortaleza del dueño de casa comienza a ser un lugar común infrecuente. Sacar pecho con la presión del estadio propio, con el aire que se respira, las dimensiones de la cancha y tantos ítems que con fundamentaciones psicológicas o con razones del corazón formaban parte del manual no escrito pero tácito en el fútbol, comienzan a quedar atrás.
Los números lo muestran. Ser local dice poco y nada. Es cierto que la desnaturalización comenzó a producirse desde el momento que solo comenzó a jugarse con público local, la localía igual se respetaba. Y los visitantes normalmente emprendían la retirada: cabizbajos y tristes. Hoy sin público, sin presión, ni propia ni ajena, con los bochornosos bafles emitiendo MP3 de cantos de tribuna, cualquiera le gana a cualquiera. Y los visitantes se van como nunca antes, con los tres puntos, alcohol en gel en las manos y los barbijos sonrientes. ¿Será matemática moderna?"
Al menos no te putean
El resumen positivo de esta manera de jugar al fútbol lo hace Juan López, árbitro puntano con pocos partidos: "Lo bueno es que el público no te silban cuando entrás, que no se escupen si sos juez de línea y que no se acuerdan de tu mamá cuando cobrás algo que no les gusta".