Cáncer de testículo, lo que hay que saber

El cáncer de testículo, aunque es poco habitual, es el cáncer más común en varones jóvenes menores de 35 años y su frecuencia viene en aumento desde hace décadas. Este cáncer tiene la particularidad de que, en más del 90% de los casos, aparece en células germinales, que son aquellas que van a generar los espermatozoides en el varón.

Las causas de su aparición no están completamente comprendidas, pero si se conocen algunas alteraciones genéticas que estarían relacionadas, así como múltiples factores de riesgo entre los que vale la pena destacar:

· Edad: adultos jóvenes de 15 a 40 años.

· Antecedentes familiares y personales: el riesgo aumenta cuando hay familiares de primer grado con antecedente de cáncer testicular. También, haber tenido cáncer de testículo aumenta el riesgo de padecerlo en el testículo contralateral.

· Criptorquidia: es cuando el testículo no se llega a localizar en el escroto, sino que queda dentro del abdomen o en la zona inguinal. Aumenta mucho el riesgo de cáncer testicular, por lo que es importante que se insista al pediatra en que revise la posición de los testículos de los niños y de no hallarlos en escroto, derivarlo para la evaluación por un urólogo pediatra.

· Atrofia testicular: por múltiples causas.

· Exposición a hormonas.

· Síndromes genéticos: Síndrome de Down, Síndrome de Klinefelter.

El cáncer testicular representa el paradigma del tumor curable, ya que responde bien a múltiples tratamientos quimioterápicos y a la radioterapia, siendo el tratamiento primario la cirugía. 

La posibilidad de curación llega al 95% si es el tumor está localizado o localmente avanzado, pero empieza a disminuir a medida que el tumor se encuentra más avanzado, por ello es fundamental detectarlo a tiempo.

El principal síntoma a tener en cuenta es la presencia de una masa testicular indolora en uno de los testículos que puede acompañarse de sensación de "pesadez" o de "sentir el testículo". Raramente puede debutar con dolor testicular, dolor y aumento de tamaño de las mamas y en casos avanzados con un dolor sordo en la zona lumbar o abdominal por metástasis.

La base del diagnóstico es el examen físico, donde el médico palpará una masa de mayor consistencia, generalmente no dolorosa, pudiendo medir desde milímetros hasta varios centímetros. 

Una vez confirmada la presencia del tumor por palpación se solicita una ecografía testicular confirmatoria, también ante la sospecha de tumor de testículo se solicitan análisis específicos (marcadores tumorales) que ayudan a confirmar el diagnóstico y a realizar un seguimiento adecuado.

Como se ha dicho anteriormente, el cáncer de testículo tiene una alta posibilidad de curación si es detectado a tiempo. También se dijo que no es un tumor sintomático y se diagnostica fundamentalmente por la presencia de un nódulo en el testículo. Por todo esto muchas sociedades buscan educar a los varones, fundamentalmente a los jóvenes o a aquellos que tienen factores de riesgo, en la importancia del autoexamen testicular.

El autoexamen testicular se realiza con simples pasos, generalmente se recomienda hacerlo en la ducha ya que el escroto se relaja y es más fácil de palpar:

· Mantener el pene separado al momento de revisar cada testículo.

· Revisar cada testículo por separado, fijándolo con los pulgares y aplicando una leve presión en la superficie y rotarlos levemente para palpar toda la superficie.

· Luego comparar ambos testículos entre sí a la palpación.

· Buscar y sentir cualquier abultamiento duro o nódulo (masa redonda uniforme) o cualquier cambio en el tamaño, forma o consistencia de los testículos.

En caso de detectar cualquier anomalía se recomienda una consulta urgente al urólogo.

Algunos videos divertidos de campañas de concientización contra en cáncer testicular.

*Dr. José Maria Llaver contacto: Instagram @josellaver, Facebook José Maria Llaver, Hospital Italiano 08003330083, Instituto de Diagnostico Urológico 4578272.

*Idea y producción general: Rosana Conte Ceschi