Dos jueces de la Corte anularon una sentencia contra una mujer que entregaba a su hija de 11 para que su pareja la abusara. Los adultos fueron condenados. Adaro y Palermo dijeron que el juez y el fiscal habían sido machistas por tratar a la mujer de "mala madre". Ordenan nuevo juicio.
Increíble fallo "garantista" en caso de abuso a una nena mendocina
Los fiscales están para defender a las víctimas y acusar a los victimarios. En este caso, la víctima es una nena, de 11 años, violada vaginal y analmente por el novio de la madre, embarazada en su primera menstruación y que tuvo que pasar por un aborto legal.
El hombre dijo en el juicio que mantenía una relación con la niña. También lo dijeron la madre de la niña y los hermanos pequeños. La nena abusada era la novia. Con 11 años. El fiscal Javier Pacua acusó al violador y también a la madre, por no cuidarla, por no defenderla, por no cumplir con sus deberes parentales, por entregarla.
El juez decidió que sí, que eran tan culpables el violador como la mujer que permitió las violaciones a su propia hija y los condenó a 19 años de prisión a cada uno.
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Ahora, la Corte mendocina a través de su sala penal anuló el juicio a la mujer. Fue con voto dividido. Omar Palermo y Mario Adaro hicieron el voto "garantista" que pide perspectiva de género para la madre que entregó a la hija, pero que nada dicen de la nena, víctima, y mujer. Tanto como su madre. En disidencia, el juez José Valerio pidió mantener la condena a su madre.
Omar Palermo y Mario Adaro consideraron que el fiscal había "estereotipado" el rol de la madre como cuidadora. Dijeron que el fiscal del caso Javier Pascua no había tenido "perspectiva de género" hacia la mujer y pusieron a la adulta en un rol de víctima de un mal accionar judicial, pero se olvidaron que la víctima acá era una nena, mujer, violada, embarazada, a la que se le practicó un aborto. Prácticamente, ni la nombran. La decisión de los máximos magistrados va contra el fallo además del juez Rafael Escot , que condenó a la madre y a su pareja, por la violación de la nena de 11 años. La víctima aún es menor, y por eso se omiten todos los nombres de esta historia.
El tercer ministro de la Corte que analizó el pedido de la madre de anular la sentencia fue José Valerio, quien votó en contra de hacer lugar al recurso. Para Valerio, la perspectiva de género estuvo presente para con la vícitma y no hubo, en ningún caso, discriminación "patriarcal" hacia la madre. En cambio, Adaro y Palermo dijeron que, tanto el fiscal como el juez Escot, tenían una idea estereotipada del rol de la mujer porque la calificaron de "mala madre".
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Tras conocer el fallo, el fiscal Pascua esgrimió su defensa, teniendo en cuenta que la Corte lo acusó de machirulo, que es lo menos importante, pero porque lo acusó de no haber actuado como corresponde en un proceso judicial y lo mandan a capacitarse en perspectiva de género.
Pascua les pasó su currículum: fue integrante de la Comisión Revisora y de Observaciones del "Protocolo de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones del Género (femicidio)"; participó de uno de los primeros cursos de "Capacitación sobre Género y Diversidad Sexual"; fue asesor Ad Honorem del Instituto de la Mujer y, además, hizo un breve racconto en el cual logró la condena de femicidas, violadores, abusadores, etc.
Además, reiteró que "siendo un caso de violencia y violación sexual en contra de una niña, se procedió conforme un enfoque interseccional teniendo en cuenta la condición de género y edad de la niña, y fundamentalmente considerando el interés superior de la niña."
En este sentido, Pascua reclamó que el fallo de la Corte mendocina hizo referencia a la falta de "perspectiva de género" hacia la "mujer adulta imputada" pero no en referencia hacia la "mujer niña víctima".
La Corte además ordenó que se haga un nuevo juicio a la madre de la niña, esta vez en un tribunal colegiado (para que no sea un sólo juez el que sentencie), pero... será el mismo fiscal Pascua quien la acuse.
Tal vez si en sus alegatos no habla de "mala madre" y dice que "incumplió sus tareas parentales", Adaro y Palermo entiendan que la víctima real fue la nena. O tal vez les empiecen a exigir a los magistrados que hablen en "idioma inclusivo".
Lo cierto es que los fallos de la Corte Suprema sientan precedentes legales y este precedente claramente dice que un fiscal y un juez hombres tienen que tener "perspectiva de género" antes de hacer cumplir la ley. La ley dice que los padres son responsables del cuidado de los hijos y, en este caso, la víctima del delito estaba bajo el cuidado de la madre y el que la violó era el novio de la madre, y la madre lo sabía y aceptó que su novio dijera que era novio de su hija de 11 años.
Pero Adaro y Palermo dicen que tratarla de "mala madre" o exigirle responsabilidad es un estereotipo patriarcal. Entretanto, hubo una nena obligada a ser "novia" de la pareja de la madre entre enero y mayo de 2018, y que quedó embarazada a los 11 años en su primer ciclo menstrual luego de haber sido violada de todas las formas posibles, con el consentimiento demostrado en juicio, de su propia madre.