Adolescencia y alimentación saludable: El desafío de hoy

Algunos alimentos se instalan en el mercado y son tendencia, muchos de ellos saludables, pero otros no y cuesta erradicarlos de la idiosincrasia de los consumidores, más que nada de los jóvenes. 

Por lo que son muy frecuentes las consultas sobre nutrición durante la adolescencia. Él mismo joven busca respuestas sobre muchas dudas que tiene sobre su alimentación.

El nutricionista debe tender a lograr buenos hábitos alimentarios atendiendo tanto a las necesidades como a los gustos y deseos de los jóvenes. Debe estar atento a las conductas aberrantes y a los excesos siempre involucrándose con idoneidad, poder de escucha, paciencia, y apertura mental para aceptar y poder ir modificando conductas no saludables. 

Para que se fomente una educación alimentaria se debe resaltar que ésta se basa en determinados grupos de alimentos saludables. 

El grupo de los lácteos, por ejemplo, con su aporte de calcio es necesario para la salud de los huesos del joven. Este mineral se va acumulando en el hueso y llega a su pico máximo a la edad de los 25 años, también es necesario para la salud en la adultez, especialmente en la mujer después de la menopausia.

Hay que educar al adolescente para que piense que invertir en una buena nutrición en la juventud pueda beneficiarle a medida que va creciendo. 

Digo "buena" porque ellos reciben mucha información de las redes que a veces pueden llegar a ser erróneas y nocivas. 

Hay jóvenes veganos que no consumen determinados grupos de alimentos o también están los detractores de los lácteos. Hay que respetar sus creencias y tratar de compensar los nutrientes carentes con otros alimentos u otras prácticas saludables, por ejemplo, exponerse al sol (fuera de las horas nocivas) para sintetizar vitamina D en la piel. 

La leche, yogur y quesos también representan una muy buena fuente de proteínas "de buena calidad", especialmente importante este grupo de alimentos en aquellos jóvenes lactoovovegetarianos. Además, aportan fósforo y las leches son adicionadas con otras vitaminas. 

El adolescente en pleno crecimiento de su masa muscular necesita de proteínas, hierro y zinc, aportados por el grupo de las carnes,  especialmente es importante el consumo de pescados por su contenido en yodo y ácidos grasos. Este alimento hay que promocionarlo, porque no suele estar muy presente en la mesa del adolescente y es sumamente saludable.

Otro grupo importante es el de verduras, las cuales aportan fibras, indispensables para el normal funcionamiento del intestino (evitan la constipación), además aportan volumen para producir saciedad en casos de sobrepeso u obesidad. 

Aportan vitaminas cómo la A, importante para la piel, para el crecimiento y también es antioxidante, la vitamina B9 para evitar ciertas anemias. 

Por otro lado, el grupo de las frutas es también de suma importancia ya que aportan vitamina C (muy necesaria en estas épocas de pandemia). También contienen fibras, potasio, entre otros nutrientes. 

Las legumbres y cereales son fuente de hidratos de carbono (es decir, energía), pero también de proteínas. Si se mezclan estos dos grupos se puede conseguir una proteína de buena calidad. 

Si se consumen harinas integrales, panes o galletas integrales, contendrán más fibras. 

El grupo de los aceites, no se queda atrás, es necesario por su aporte de ácidos grasos esenciales, en lo posible se los debe consumir crudos, es decir, no usados para frituras.

Otra recomendación importante es la de consumir menor cantidad de sal, aunque la sal de mesa no debe suprimirse porque es fuente de yodo (leer el rotulado del envase), pero debe disminuirse su ingesta. 

También es importante decir que hay que buscar disminuir el consumo de los azúcares y todos aquellos alimentos que los contengan ya que aportan cantidad de energía elevada, pero sin nutrientes esenciales, es lo que se llama "calorías vacías", brindan mucho sabor y es por ello por lo que integran las guías alimentarias argentinas, pero se recomiendan en bajas cantidades.

 Quedan excluidas recomendaciones de bebidas alcohólicas, hay que saber que, en la adolescencia temprana, se presentan repercusiones sobre la capacidad emocional, física y mental. Esto se asocia con múltiples problemas sociales, de comportamiento y del desarrollo, por lo que no se recomienda su ingesta y promoción. No hay que dejar de recomendar el consumo de agua o líquidos de bebida, el agua es la molécula más abundante en el cuerpo humano y desempeña múltiples funciones.

Sumado a todas estas recomendaciones, hay que mencionar qué se deben hacer cinco comidas al día, en lo posible acompañados, ya que es saludable sentarse a la mesa, evitando pantallas y fomentando la charla a la hora de comer.

*Lic. Mariana Sacchero contacto: cel 2614858147

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