Así lo consigna el informe psiquiátrico hecho a Sebastián Villareal, el hombre que este martes acuchillo a su profesora de danza y a otra alumna del lugar. Las mujeres están fuera de peligro y el está imputado por tentativa de doble femicidio.
El agresor del gimnasio rezaba y bailaba para no oír voces en su cabeza
La justicia recaratuló hoy a "tentativa de femicidio reiterado" el caso de las dos bailarinas apuñaladas ayer por un alumno en una escuela de danza del barrio porteño de Palermo, mientras que una de las víctimas, Julieta Antón, le dijo a la policía que el agresor estaba "obsesionado" con ella, informaron hoy fuentes judiciales.
Según publicó Minuto Uno, durante la evaluación psiquiátrica Villarreal estuvo "con conciencia de situación y sin conciencia de enfermedad", fue capaz de expresarse y se mostró como "colaborador activo, con pensamiento de curso normal y contenido concreto", según se desprende del informe médico al que tuvo acceso C5N.
El hombre "refiere no presentar alteraciones sensoperceptivas ni impresiona presentarlas al momento del examen, sin embargo refiere padecer alucinaciones auditivas de comando e visuales de las cuales 'se defiende rezando, respirando y bailando'", apuntaron desde el equipo médico que lo trata todavía.
Según allegados al joven, dijo durante su internación que quería regresar a su casa y pedirle perdón a la víctima.
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El titular de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 5 del Ministerio Público Fiscal (MPF) de la ciudad, Miguel Kessler, resolvió cambiar la imputación, ante la declaración de testigos que afirmaron que el acusado Sebastián Damián Villarreal (30) manifestó durante el ataque que iba a matar a las dos víctimas.
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