Este martes se votan los electores que definirán al próximo presidente de los Estados Unidos. Es un sistema particular que incluso difiere del colegio electoral que se utilizó en Argentina en 1983 y 1989.
Con el modelo de EEUU, Kirchner y Macri no habrían sido presidentes
En 2016, con menos votos que los demócratas, al Partido Republicano le alcanzó para confirmar a Donald Trump como el 45° Presidente de los Estados Unidos. Esto se dio por las particularidades del método de elección de aquel país, centrado en un colegio electoral que, a su vez, cuenta con características propias, distintas a las que tuvo este método cuando se aplicó en Argentina en 1983 y 1989.
Si no se tuviera en cuenta el voto directo en Argentina, el sistema norteamericano habría modificado el resultado de dos elecciones desde el retorno de la democracia: Carlos Menem habría sido presidente en 2003 y Daniel Scioli, en 2015. En ambos casos, ambos habrían tenido mayoría propia en un virtual colegio electoral que respetara las características que tiene este mecanismo en Estados Unidos.
Lo primero que hay que destacar es la particularidad del colegio electoral de Estados Unidos: el partido ganador se queda con todos los electores de un distrito. Contrariamente, cuando se aplicó en Argentina en 1983 y 1989, se utilizó el sistema D'Hondt. Por ejemplo, si hoy en Mendoza Juntos por el Cambio obtuviera el 51% de los votos y el Frente de Todos el 49%, bajo la ley estadounidense los hipotéticos 13 electores serían de JxC, mientras que bajo el modelo que usó Argentina, 7 serían de JxC y 6 del Frente de Todos.
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