El intendente de Tupungato dice que no hay conflicto con la Provincia sino que la norma se debe adecuar a la realidad de cada lugar.
Soto quiere que Suarez lo exceptúe de la alerta sanitaria
En medio de este tironeo disimulado por el intendente de Tupungato Gustavo Soto pero no por los funcionarios del Gobierno de Mendoza, se vislumbró la acción del jefe comunal cuando firmó el decreto municipal 553 con el que amplió el horario del comercio en su departamento pese a que con esto incumplía el decreto provincial de alerta sanitaria que prohíbe la circulación de personas entre las 23:30 y las 5:30.
"Prefiero pedir disculpas y no pedir permiso", dice la frase popular y es la consigna que siguió Soto para decretar en su territorio algo que contraviene una normativa provincial.
Desde Casa de Gobierno le contestaron tajamente con el eslogan de la campaña masiva de concientización para evitar la propagación del coronavirus: "Romper las normas no para el virus". Lo que logró Soto fue un compás de espera para poner en ablande una negociación que aún no empezó, con el gobernador Rodolfo Suarez. "No soy un disrruptivo hice decreto porque interpreto que tengo la facultad que me da la autonomía municipal pero también me puedo equivocar", abrió el paraguas el tupungatino.
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La realidad es que el intendente anticipó que le pedirá a Suarez una excepción a la regla transgredida, para su departamento y quizá para los demás distritos con características rurales como Tupungato. Lo confirmó al POST durante la tarde del viernes 30.
Soto esgrime que la siesta detiene las actividades de los vecinos tupungatinos y que las retoman después de las 17:00 las estira a lo largo de la tarde y la noche al aumentar las horas de luz solar por la temporada estival.
Soto se ha dado un tiempo hasta el lunes 2, para tener una definición gubernamental sobre el horario disponible para los restaurantes dentro de su departamento.