Los protocolos y medidas sanitarias establecidos por las aerolíneas, que comenzaron a volar en la Argentina este jueves, buscan la seguridad de los pasajeros.
Respirar dentro de un avión: ¿es posible contagiarse de coronavirus?
Pablo Biró, Secretario General de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), anunció que vuelven desde Ezeiza los vuelos de cabotaje y que próximamente lo harán los vuelos internacionales. Entrevistado por Radio 10, manifestó que "es buena noticia, la encaramos con alegría, con precaución". Y agregó: "Si hay un lugar ventilado son los aviones, es el lugar más seguro".
Sin embargo, el temor al contagio de coronavirus en los aviones figura entre las razones manifestadas por los viajeros para no volar, al menos hasta que haya una vacuna o remedio contra la enfermedad. Pero las afirmaciones de Biró tienen una base sólida que deberíamos conocer.
Quienes viajan en avión están familiarizados con el término "presurización": proceso mediante el cual se bombea aire comprimido dentro de la cabina hermética para que los pasajeros puedan respirar con normalidad a una altitud promedio de 10.000 m. Si eso no se hiciera, la presión del aire que a nivel del mar es de 1,033 kgf/cm2, a 10.000 m es de 0,27 kgf/cm2, valor que no permitiría que el oxígeno llegase a algunos órganos del cuerpo. ¿Por qué los aviones comerciales vuelan a esta altura? Porque se optimiza el rendimiento de los motores gracias a una menor presión atmosférica y a un aire más frío. En esas condiciones la combustión mejora y se produce un evidente ahorro de combustible, de acuerdo a un extenso y detallado informe que hizo la revista Weekend para el diario Perfil.
¿Cuál es la presión constante dentro de la cabina? Por lo general, unos 0,820 kgf/cm2, la misma que podría experimentarse a una altitud de unos 1.800 metros.
¿Cómo se mantiene constante? Por medio de controles que miden la presión diferencial del exterior e interior del avión y unas válvulas llamadas "outflow".
¿La tripulación puede modificarla? Sí, en función de las necesidades de cada momento. Uno de ellos es, por ejemplo, la adaptación a las condiciones del aeropuerto donde va a aterrizar el avión. No es lo mismo hacerlo a nivel del mar (Ushuaia, por ejemplo), que en el aeropuerto de El Alto (La Paz, Bolivia) a 4.061 msnm.
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¿Cómo se purifica el aire que ingresa desde el exterior? El aire ingresa a través de los motores, se somete a muy altas temperaturas que garantizan la eliminación de los microorganismos, se deseca, enfría y comprime para que la cantidad de oxígeno por unidad de volumen aumente a un nivel similar al de la superficie de la tierra. Finalmente, pasa por una serie de filtros de muy alta eficiencia denominados HEPA (High Efficiency Particle Arresting), que eliminan posibles agentes patógenos y alérgenos. Sin duda, el aire es más sano que el que se respira habitualmente en el tren, colectivo, supermercado, shopping o el exterior de casi cualquier ciudad, y muy similar al de quirófanos y terapia intensiva.
¿Que son los filtros HEPA? Una tecnología que se creó en 1940 y que utiliza fibras muy apretadas que retienen las impurezas del aire (incluidas las micropartículas) y las eliminan de circulación. Según las normas, atrapan el 99,97 % de las partículas de un tamaño superior a 0,3 micras (una micra o micrón es una milésima parte de un milímetro, imperceptible al ojo humano; las bacterias miden entre 0,3 y 60 micras).
¿Cuál es la humedad del aire en la cabina? Dentro del avión la humedad del aire está en el orden del 12 %, baja para lo que estamos acostumbrados. Los motivos de ello son tres: 1) la humidificación de la cabina es un sistema costoso, 2) se generaría un aumento en el peso de la aeronave, 3) algunos componentes del avión podrían deteriorarse con facilidad.
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¿Cada cuánto se recicla el aire? El aire de la cabina se recicla por completo cada dos o tres minutos, es decir, 20 a 30 veces por hora, por eso se suele decir que dentro del avión el olor es neutro.
¿Cómo se recicla? El aire nuevo ingresa por unas ranuras de ventilación en el techo de la cabina (que no son los conductos personalizados sobre la cabeza de los pasajeros) y sale por unas aberturas ubicadas en el suelo. Entre el 30 y 50 % se recicla de manera constante para mantener la temperatura y la humedad en los niveles correctos. Y todo ese aire pasa a través de los filtros HEPA antes de ser liberado. Esta configuración está pensada, entre otros motivos, para reducir la posibilidad de percibir olores. Por eso, si escuchamos a alguien toser o estornudar no debiéramos preocuparnos tanto: al aire de la cabina no se desplaza longitudinalmente, sino desde el techo hacia el suelo.
¿Estos sistemas pueden filtrar el coronavirus? Sí, porque los HEPA filtran partículas desde los 0,3 micrones y, según la Organización Mundial de la Salud, el coronavirus es un virus esférico con una estructura de 100 a 160 micrones de diámetro. También eliminan polvo, bacterias, hongos, ácaros, humedad y cualquier otro tipo de contaminación que podría dañar a los pasajeros y tripulantes. Una vez capturados por estos filtros, las bacterias y los virus son sometidos a una humedad relativa muy baja, cercana al 10 %, lo que impide su supervivencia.
¿Todos los aviones tienen filtros HEPA? Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), todos los aviones de los principales fabricantes (Airbus, Boeing, Embraer y ATR) tienen filtros HEPA. Quedan excluidos algunos aviones pequeños con cabina no presurizada y los modelos muy antiguos, como el MD-80, donde la la eficiencia de filtración de aire ronda el 40 %. Estos aviones operan actualmente algunas rutas de los Estados Unidos, Venezuela, el Caribe e Irán.
¿Ese flujo de aire de arriba hacia abajo puede romperse de alguna manera y moverse en otra dirección? Algunos infectólogos realizaron estudios sobre el potencial de contaminación durante un vuelo y descubrieron que el flujo de aire de arriba hacia abajo puede ser interrumpido por pasajeros que se levanten de sus asientos y caminen por los pasillos (mismo efecto produce la tripulación que se mueve por la aeronave). Eso podría cambiar la dirección de las partículas en el aire y transportar el virus de un pasajero antes de que pase por los filtros, aunque las posibilidades son muy bajas. Los estudiosos del tema aseguran que el mayor riesgo de transmisión de Covid-19 dentro de un avión es la interacción a corta distancia con una persona infectada, como una conversación cara a cara. Al caminar por los pasillos algunas gotas podrían suspenderse y viajar hasta 16 metros antes de ser filtradas.
¿Se conocen casos de transmisión de coronavirus en vuelo? Hasta el momento no hay casos fehacientemente confirmados. Según estudios de seguimiento de IATA por contactos realizados durante la pandemia, no se reveló transmisión a bordo. Un análisis detallado de 1.100 pasajeros que habían confirmado Covid-19 después de un viaje aéreo no reveló la transmisión secundaria entre los más de 100.000 pasajeros en los mismos vuelos. Solo se encontraron dos casos posibles entre los miembros de la tripulación, pero sin evidencia de que ocurrieran dentro del avión.
¿Cuáles son las recomendaciones a bordo? Las mismas simples precauciones que en tierra: uso de tapabocas, tanto pasajeros como tripulación; toser y/o estornudar en el pliegue del codo, estar a más de 1,5 m del otro para hablar, e higienizarse las manos frecuentemente con agua y jabón o alcohol en gel.
¿Qué pasa con las superficies internas del avión y los objetos de uso común? Los compartimentos para equipaje, mesas rebatibles, apoyabrazos, pantallas de entretenimiento, bolsillos de asientos, revistas de vuelo, persianas de ventanas, perillas de ventilación y cinturones de seguridad, entre otros, deberían desinfectarse antes de ser tocados. Las aerolíneas están implementando nuevos protocolos de limpieza, pero el reaseguro personal no está de más. En el caso de que un pasajero infectado deje el virus en esos lugares solo puede contagiarnos si lo tocamos y nos llevamos las manos a la boca, nariz u ojos. Ejercitar no hacerlo es una buena forma de prevenirse. La otra es higienizarse y/o desinfectarse antes de hacerlo.
¿Qué hay acerca del distanciamiento social dentro del avión? Todavía es un punto álgido en el que aerolíneas y científicos no llegan a un acuerdo. Algunas empresas señalan que bloquear el asiento del medio aumentaría el precio de los pasajes hasta en un 54 %, sin ofrecer un nivel significativamente más alto de seguridad para los pasajeros. Otros creen que liberar ese asiento, sumado al uso de barbijos y una higiene adecuada, puede ser una óptima barrera de protección física. Como el coronavirus es muy nuevo todavía no hay una postura tomada al respecto.