Reclutó a 50.000 voluntarios para que"peleen" junto al mandatario en los comicios del 3 de noviembre.
Trump recluta "ejército de observadores" y el clima electoral se tensiona
El presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección, Donald Trump, primero denunció preventivamente un fraude electoral, luego prometió enviar "sheriffs y fuerzas de seguridad" a los centros de votación y, ahora, su campaña recluta y entrena a 50.000 voluntarios para formar un "ejército de observadores" que "pelee" junto al mandatario en los comicios del 3 de noviembre.
La retórica belicista, las versiones de que algunos de los observadores voluntarios son miembros retirados de las fuerzas de seguridad y los recientes ejemplos de seguidores del mandatario que respondieron -muchos armados- a su llamado a "imponer ley y orden" frente a las protestas y provocaron muertes y heridos, están alimentando el temor a una jornada electoral marcada por la tensión y el miedo.
De los 50 estados, solo seis -y la capital- prohíben explícitamente llevar armas a un centro de votación, mientras que otros cuatro no permiten que las armas estén escondidas, deben estar a la vista. El resto no pone restricciones a la tenencia, excepto que sean escuelas.
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"Una de las mayores preocupaciones de la observación electoral es que lleve, intencionalmente o no, a intimidar a votantes", advirtió Sean Morales-Doyle, el vicedirector de los Programas electorales y derechos de los votantes del Centro por la Justicia Brennan.
"Un 'ejército' no suena a personas que están ahí solo para observar. Un 'ejército' suena a que la gente está ahí para combatir en una guerra contra un enemigo", agregó en dialogo con el canal de noticias ABC.
Según David Levine, experto de la Alianza para Asegurar la Democracia, una iniciativa bipartidista, el voto por correo, que puso en duda Trump y que disparó esta urgencia por decenas de miles de observadores, "es un proceso seguro".
En una columna publicada en el portal The Hill, Amber McReynold, CEO del Instituto Nacional Vote en Casa, y Charles Stewart, director del Laboratorio de Datos y Ciencia Electoral de la universidad MIT, recordaron que en los últimos 20 años, más de 250 millones de boletas fueron emitidas por correo, con solo 143 condenas vinculadas a fraude.
Solo en 2016, cuando Trump ganó, alrededor de un cuarto de los votos fueron emitidos así.
"Se me complica encontrar ejemplos de cómo cometer un fraude masivo con el voto por correo. Nada es imposible, pero lo veo muy improbable", explicó Levine, un exfuncionario y observador electoral.
Pese a que esta es la opinión generalizada de los especialistas en seguridad electoral, los demócratas también comenzaron a reclutar a miles de observadores, en lo que un profesor de Ciencia Política en la Universidad Western Michigan, John Clark, calificó esta semana en la prensa como "una carrera armamentista".
El temor a posibles agresiones o intimidación en los centros de votación el día de las elecciones ya impregna los espacios de poder estadounidenses.
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