Está con prisión domiciliaria en Uruguay despúes de haberse declarado culpable por distintos delitos. Hace dos años, el gremialista argentino fue detenido en su lujosa Chacra "El Gran Chaparral".
Le devolvieron una Ferrari, un Mercedes y más autos de lujo al sindicalista Balcedo
El sindicalista Marcelo Balcedo, extitular del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme) de La Plata, recuperó de la Justicia uruguaya la Ferrari California, el Mercedes Benz McLaren y otros vehículos de lujo que le llevaron a su chacra en la que cumple con prisión domiciliaria tras declararse culpable de difentes delitos.
Sin embargo, más allá de la satisfacción inicial, otros lujosos vehículos de Balcedo fueron a remate: dos Porsche, un Camaro y una Land Rover que le pertenecieron hasta hace poco.
El acuerdo que Balcedo y Fiege, su esposa, lograron con la Fiscalía y la condena de la jueza del caso, comenzó a instrumentarse en la tarde de este jueves. El Estado argentino reclama que Balcedo no recupere otros 2,5 millones de dólares, publicó diario La Nación.
Los bienes que recuperó y que les llevaron a la chacra "El Gran Chaparral":
-una Ferrari modelo California NY10
-una cupé Mercedes Benz modelo McLaren
-una camioneta Dodge, modelo Ram 2500 SLT
-una camioneta Ford Raptor
-un camión con volcadora JMC
-cuatro motos de aguaun jet ski
-un cuatriciclo
-una moto niveladora
-una retroexcavadora
-tres tractores
-una rotativa agrícola
-un cargador frontal
Por el acuerdo judicial, en el que Balcedo y esposa se declararon culpables, la Junta Nacional de Drogas, a través del Fondo de Bienes Decomisados, rematará dos Porsche, un Chevrolet Camaro y una camioneta Land Rover propiedad del sindicalista argentino. También le decomisaron US$4.000.000 y el chalet "Sounion" de Playa Verde, en Maldonado.
Encontraron un arsenal en la casa de la mano derecha de Balcedo
Balcedo fue condenado por lavado de activos, un delito continuado de contrabando y un delito de tráfico internacional de armas de fuego, municiones, explosivos y otros. La pena es de cuatro años y ocho meses de prisión, descontándose la prisión preventiva ya cumplida, con siete meses de cárcel efectiva, un año con arresto domiciliario y el resto bajo libertad vigilada intensiva.