En el primer día de aislamiento decretado por el presidente, Alberto Fernández, los mendocinos salieron de turismo.
Mendoza no se aisló: cola de gente subiendo a Cacheuta
El decreto de Alberto Fernández, que volvió al aislamiento obligatorio a Mendoza y a otras 17 zonas donde hay circulación comunitaria, no fue bien tomado por los mendocinos en general. Aunque el sistema de salud aún está dando respuesta en la provincia, pero las camas críticas de terapia intensiva para tratamientos de pacientes con Covid-19 están al 90 por ciento de ocupación, la necesidad de trabajar y hacer una vida lo más normal posible con los cuidados necesarios ha resultado más importante que la capacidad hospitalaria.
El Presidente mandó a Mendoza al aislamiento obligatorio, tres días después de que el gobernador Rodolfo Suarez habilitara las reuniones familiares de hasta diez personas, al tiempo que muchos intendentes habían extendido el horario de atención comercial. Pero el turismo, que es uno de los sectores más golpeados por la pandemia, en Mendoza se estaba realizando de manera interna con reservas y controles estrictos. Sin embargo, esta actividad queda prohibida por decreto de Alberto Fernández hasta el 25 de octubre.
De todos modos, los mendocinos igual salieron a hacer turismo. Se pudo ver en la mañana de este lunes los autos yendo hacia Cacheuta, Luján de Cuyo, para realizar un esparcimiento, tal vez, programado por reservas.
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Los comerciantes de Mendoza también se oponen a la medida del Gobierno Nacional porque sus cuentas están mal y han mantenido, los que pudieron, a sus empleados.
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Como síntesis, parece que muchos mendocinos han tomado la decisión de continuar con sus vidas, con cuidados lógicos para evitar contagios, realizando actividades laborales, comerciales, turísticas y de esparcimiento.