Esta noche, el cine Imperial realizará un Instagram Live con Adriana Mariño, amiga íntima de la cantante.
Maipú reaviva hoy el recuerdo de Gilda
Este viernes, a partir de las 21, el Cine Teatro Imperial realizará una charla por Instagram Live que busca mantener vivo el recuerdo de la reconocida cantante popular Gilda. La propuesta será a través de un mano a mano con Adriana Mariño, amiga de la infancia y adolescencia de la cantante.
El ciclo se ha convertido en una actividad habitual del espacio cultural maipucino y se realiza a días de que la intérprete hubiese cumplido 59 años. Además, participará la cantante maipucina, Paula Luz, reconocida por sus covers de Gilda.
"Shyll era una idealista", dice Adriana Mariño, sobre Míriam Alejandra Bianchi (1961-1996), la íntima amiga de la infancia y adolescencia de la cantante, conocida popularmente como "Gilda". Para ella fue y será "Shyll", el nombre que Miriam eligió como apodo, basándose en el personaje que encarnaba la actriz Farrah Fawcett en la serie Los Ángeles de Charlie (aunque ese se escribía Jill) del que era fanática.
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Adriana Mariño vive desde hace años en Mendoza y fue en esta provincia, donde Miriam ya convertida en Gilda, pidió al público mendocino por televisión, en una de sus giras por Mendoza, que la ayudaran a encontrar a su amiga.
"Nos separamos porque a mi padre lo mandaron a trabajar a Catamarca, si bien nos escribíamos cartas y nos llamábamos, ella se cambió de casa también y perdimos por algunos años el contacto. Ese mensaje que ella dio en televisión, lo vio mi suegro e inmediatamente me dijo prendiera la televisión y entonces la reconocí, me largué a llorar pero rápidamente organizamos todo y fui al hotel a reencontrarme con ella", rememoró la amiga de Gilda.
Desde ahí en adelante en cada visita a Mendoza, Gilda se quedaba a dormir en la casa de Adriana y las noches se hacían madrugadas recordando anécdotas.
"A Shyll la conocí cuando yo tenía 9 años y ella 11, la primera vez que la vi jugaba en la escalera que tenía el edificio en Villa Lugano, donde llegábamos con mi familia a vivir. Yo vivía en piso 5to y ella en el 4to, juntas crecimos y nos hicimos adolescentes en una amistad que hasta hoy vive. Porque creo mucho en algo que me decía, que el cuerpo solo es un guante que contiene el alma, ella no le tenía miedo a la muerte y a través de su música, sigue viviendo en todos los que la amamos", dice Adriana Mariño, una de las personas que conocía en profundidad a la cantante.
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