Roberto Perdía fue el tercero en el mando de la organización guerrillera e ideólogo de un ataque que incluyó el secuestro de un avión y el asesinato de 10 conscriptos en Formosa. No se arrepiente.
Un Montonero histórico, mediador en toma de tierras
La toma de tierras en Guernica, provincia de Buenos Aires, que iba a ser desalojada a principios de octubre pero el gobernador Axel Kicillof frenó pidiendo una "salida pacífica" no está llegando a ese punto y puso al ex montonero Roberto Perdía, como intermediario.
A los imputados por la usurpación los representa la "Gremial de Abogados" de la cual Perdía es parte, y ahora es interlocutor de Kicillof entre los ocupantes y el gobierno bonaernese.
Son más de 500 familias las que tomaron el predio
Roberto Perdía llegó a ser el tercero al mando de la organización guerrillera Montoneros e incluso en algún momento dijo que " se hacía cargo de la responsabilidad política" del enfrentamiento de Montoneros con el asesinado líder de la CGT José Ignacio Rucci, en 1973.
También fue uno de los ideólogos de la famosa "Operación Primicia", un sangriento combate de 30 minutos que incluyó el secuestro de un avión Boeing en Aeroparque y el copamiento del aeropuerto de Formosa, además del ataque al regimiento de Infantería de Monte 29 de esa provincia, donde murieron 12 montoneros y 12 defensores del cuartel, de los cuales 10 eran conscriptos.
10 conscriptos fueron asesinados en la toma del Regimiento
A los 80 años, como representante del grupo de usurpadores, Perdía dice no sentir arrepentimiento por esa acción a la que califica de "muy compleja por la magnitud."
"Para mí la palabra no es arrepentimiento. Sí hay un dolor de todo eso y es un dolor colectivo, de la sociedad. Y fundamentalmente un dolor mucho, mucho más profundo en el sentido que aquellos sueños de miles de compañeros no se pudieron realizar", confesó a Infobae.
Lejos de hacer una autocrítica de su paso por Montoneros, Perdía se enorgullece: "No podía ser que si Perón regresaba y lo mataban o lo mandaban de vuelta no pasara nada. Si eso sucedía, al país había que darlo vuelta. Nosotros no éramos unos charlatanes. La generación nuestra tenía una característica: ponerle el cuerpo a la idea."
Roberto Perdía tiene 80 años y negocia entre Kicillof y los usurpadores
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