En este informe especial de InfoMendoza, tanto dueños de locales de venta de bicicletas como fabricantes cuentan que el furor mundial por las dos ruedas -en tiempos de pandemia- se instaló en Mendoza y todo el país. Un panorama donde influye también el salto del dólar, las importaciones y la especulación.
El día que se agotaron las bicicletas en Mendoza... ¿qué pasó?
Si algo bueno desató la pandemia, fue el furor por la bicicleta, algo impensado y sorprendente para muchos, pero tan real que en Mendoza prácticamente no hay bicis en los negocios especializados y en los supermercados las que se promocionan se vuelan en poco tiempo. El boom también se refleja en el trabajo de los bicicleteros que dan turnos semanales para arreglos simples, y dicen no dar a basto. Como paisaje de lo que sucede, las ciclovías están atestadas y si esta tendencia es parte de la nueva normalidad, bienvenida sea.
Hay varias razones para que este verdadero boom suceda. Por un lado la pandemia empujó a que muchos eligieran trasladarse en forma individual y evitar el transporte público por temor al contagio del COVID-19. También los carriles exclusivos para andar bici son cada vez mayores, por lo tanto hay mayor seguridad y menos posibilidades de terminar debajo de un auto.
Pero esta gran demanda (y la suba del dólar) ha tenido consecuencias poco alentadoras para los que hoy buscan un rodado estándar e incluso de alta gama y es la falta de stock. "Nos quedamos sin bicicletas", es la respuesta de la mayoría de los encargados y dueños de locales especializados. Tanto es así que, por ejemplo, puede haber colas en negocios como la que se puede ver a ciertas horas en Bicicletas Evolution, en carril Godoy Cruz 26, Guaymallén. Allí la gente esperaba por ver las bicis disponibles, que por ejemplo de gama media rodado 29 de gama media rondan entre $50.000y $60.000.