La acción busca lograr el aval a la reforma económica impulsada por el Papa y llevar transparencia a las cuentas.
Vaticano: las finanzas serán revisadas por una organización anti lavado
El Vaticano recibirá desde mañana, y hasta el 13 de octubre, a una delegación de Moneyval, el organismo europeo que controla la lucha contra el lavado de dinero, para obtener el aval continental a la reforma económica impulsada por el papa Francisco para llevar transparencia a las cuentas.
La inspección de Moneyval es la segunda tras una primera visita hecha a fines de 2012, meses antes de la entronización, en 2013, de Francisco, quien desde entonces vigorizó el ente encargado de monitorear las cuentas vaticanas, la Autoridad de Información Financiera (AIF), y la creó una nueva secretaría de Economía que centralice el control de las arcas.
En 2017, durante un monitoreo a distancia, Moneyval consideró en su informe que si bien la Santa Sede había avanzado en la lucha contra el lavado, aún habían movimientos sospechosos.
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Al año siguiente, se dio la primera condena por el delito de lavado de dinero dentro del Vaticano, al tiempo que el denominado Banco Vaticano, o IOR, adhirió al sistema SEPA, que le permite contar con el código IBAN para la transacciones.
Es en esa línea que debe leerse la designación que el papa Francisco hizo ayer de un nuevo fiscal vaticano, el abogado italiano Gianluca Perone, que se espera aporte su larga experiencia en finanzas internacionales al equipo de la fiscalía de la Santa Sede.
Ya en noviembre pasado, Francisco designó al juez italiano Carmelo Barbagallo, de extensa trayectoria en puestos de control financiero, al frente de la AIF, el organismo encargado de revisar las cuentas del Vaticano.
La llegada de los inspectores europeos, además, se da en el marco de la decisión del pontífice de despedir como uno de sus "ministros"; y de despojarlo de los derechos como cardenal, al purpurado italiano Angelo Becciu, sospechado de maniobras para favorecer a cooperativas de sus hermanos en Cerdeña.
Vale mencionar que Becciu, había estado vinculado a la compra de propiedades en Londres por cerca de 200 millones de euros con dinero de una de las cuentas destinada a la caridad papal.
Vale recordar que en agosto de 2019, en otro paso más hacia la transparencia, Francisco ya había impuesto la obligatoriedad de revisores externos para las cuentas del IOR a través de una modificación del estatuto por decreto.
Además, otorgó al revisor externo la potestad de examinar "todos los libros y documentos contables", algo que tampoco figuraba en el estatuto anterior.
Francisco creó la secretaría para la Economía del Vaticano en febrero de 2014, menos de un año después de ser elegido, con la intención de englobar todas las operaciones financieras luego de una serie de escándalos durante el pontificado de su predecesor Benedicto XVI.
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