Al momento del asesinato, el hombre llevaba elementos extraños en su mochila y había amenazado "a ver a quién le toca morir ahora" cuando pasó por el cuartel.
Investigaban si el asesino del policía Roldán tenía problemas mentales
Rodrigo Facundo Roza, de 51 años, el hombre que asesinó de cuatro puñaladas al policía Juan Pablo Roldán y que murió esta mañana, al momento del crimen cargaba una mochila donde llevaba el arma blanca con la que mató al inspector de la Policía Montada de la PFA: una hoja afilada suelta envuelta en papel rojo, además de otros elementos que llevan a la hipótesis de que tenía problemas mentales.
Según publicó Infobae, cuando fue detenido, los hombres de la Policía de la Ciudad que lo arrestaron revisaron sus pertenencias y hallaron elementos al menos curiosos que fueron dispuestos sobre la vereda en la Avenida Figueroa Alcorta, con la sangre de Roldán todavía en el pavimento.
Se encontraron con lo que parecía ser un arma de fuego con la forma de un pistolón del siglo XVII, varias cruces, estampas de distintos santos, un teléfono de línea, revistas religiosas y un atrapasueños, además de una vieja revista de decoración.
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Tal vez sean pistas, en un caso investigado por el Juzgado N°14 a cargo de Alejandra Provitola, para que los investigadores determinen con qué clase de asesino estaban lidiando.
Roza vivía a pocas cuadras del lugar donde cometió el crimen en un edificio de la calle Salguero junto a su madre, que no quiso hablar. Su padre falleció en 2018, se dedicaba al transporte y al taxi. Tiene dos hermanos, uno de ellos abogado. Infobae se comunicó con él pero se negó a hacer declaraciones. Dijo estar "preocupado por la familia del policía que murió".
Los vecinos lo describieron como un "un hombre particular", y contaron que ya había protagonizado algunos episodios violentos en otras oportunidades: "Hace algunos años recuerdo que tuvo que venir la Policía al edificio. El hombre había intentado entrar al departamento de una vecina por error, pero estaba convencido de que era su casa. Tan convencido estaba que comenzó a romper la puerta porque no podía abrirla y la vecina que vivía ahí llamó a la Policía desesperada", aseguró una mujer que reside en el mismo edificio.
Fuentes policiales aseguran que el hombre de 51 años no tiene antecedentes delictivos en territorio porteño. No se encuentran condenas de primera instancia en su contra. Tenía un hábito: el de pedir plata por la avenida.
Ayer, cuando pasó por la puerta del del cuartel de Montada de la Policía Federal, Rozas se etuvo, desenfundó su cuchillo y los amenazó: "A ver quién le toca morir ahora". Los policías cerraron el portón y él siguió caminando. Momentos más tarde, cuando los policías salieron a buscarlo, atacó a Roldán, quien solo pudo hacerle un disparo en la pierna antes de morir.