De chica perdió a su padre y fue criada por su abuela, que era espía de la Armada Roja de Stalin.
Irina Shayk, la modelo rusa que trabajaba pintando paredes en un hospital
Irina Shayk nació, como dice ella misma, "en mitad de la nada", en un pueblo de Rusia. Su pueblo era conocido como Pueblo Negro porque todos los hombres, incluyendo el padre de Irina, trabajaban en la mina de carbón de la zona.
Ella tenía apenas 14 años cunado su padre murió de neumonía y su madre Olga, profesora de música tuvo que redoblar sus horas de trabajo para poder mantener a Irina y su hermana Tatiana.
Quedaron al cuidado de su abuela paterna, que había trabajado de espía para la Armada Roja de Stalin.
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Irina sufrió además muchas burlas de sus compañeros por no ser la típica rusa y tener la piel morena que heredó de su padre de origen tártaro.
El bullying constante la llevó a refugiarse en los libros y en Dostoyevski (su escritor favorito) y solía escribir sus propios cuentos.
Apenas terminó la secundaria comenzó a trabajar para ayudar a su madre y su primer trabajo fue como pintora de obra en un hospital de la zona.
La vida cambió para irina cuando su madre vio el anuncio de una agencia de modelos y decidió llevar a su hija mayor, Tatiana. Irina las acompañó y por esas jugadas inesperadas del destino, la que resultó elegida fue la menor. Participó en algunos desfiles y en 2004, ganó el concurso Miss Cheliábinks, capital de la región.
La pasarela resultó un camino y decidió seguirlo. Sin saber francés ni inglés se mudó a París y de allí en más todo fue un éxito en las pasarelas y un camino sinuoso en el amor.
Fuente: Teleshow