Una fiscal inició una causa de oficio para identificar a los jóvenes que organizaron y asistieron a la fiesta. La pena por este delito va desde los 6 meses a los 2 años de prisión.
Fiesta clandestina en El Challao: la Justicia ya investiga a los invitados
Este sábado un grupo de jóvenes realizó una fiesta clandestina en El Challao, Las Heras. Contrataron a un DJ, que según él fue engañado porque la propuesta era un streaming, y los participantes de esta verdadera falta de respeto al personal de Salud y a quienes la están pasando mal a causa del coronavirus, causaron indignación. Por ello, es que fueron escrachados en distintas redes sociales. Sin embargo, estos jóvenes deberían comenzar a preocuparse porque la Justicia comenzó una investigación de oficio para establecer si cometieron un delito (todo indica que violaron un artículo del Código Penal), identifcarlos y citarlos a declarar.
La fiesta es clandestina per sé, porque están prohibidas este tipo de reuniones recreativas. Esto se agrava porque en Mendoza estamos viviendo momentos de mucha preocupación por la curva ascendente de pacientes con Covid-19 positivos detectados todos los días.
De todos modos, este agravante no le cabrá en una acusación formal del a Justicia, tiene más que ver con la responsabilidad individual que hace falta para transitar estos momentos en que las camas críticas están casi al tope. Sin embargo, sí podría agravarse la situación de alguno de ellos si luego se confirma que en la fiesta que realizaron en El Challao alguno ya estaba infectado y diseminó el virus.
Pero la situación es que por ahora estos jóvenes no han sido identificados, todos bajaron sus perfiles de las redes sociales, y no han sido citados por la Justicia. No deberían cantar victoria, la fiscalía interviniente los irá a buscar, producirá pruebas y dispondrá de imputaciones por violar el Artículo 205, más la multa en dinero. De momento, al no estar acusados de ningún delito es necesario no mostrar sus rostros, habida cuenta que quien decide si comentieron o no una falta es la Justicia a través de pruebas, no los medios de comunicación.
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Este grupo contrató a un DJ para que le pusiera sonido a la fiesta (clandestina) pero le dijeron que necesitaban otra cosa de él. Según le dijo a Diario Uno, fue llamado para hacer un streaming, al rato de arribar a esa zona de El Challao, comenzaron a llegar los amigos, estuvo una hora, levantó todos sus equipos y se fue. Se quejó que ese engaño lo perjudica y también a su marca, avisando que podría iniciarles una acción civil por daños y perjuicios a quienes lo contrataron.
Se lo puede ver al DJ Franco Fernández pinchando discos mientras el grupo se divierte, por lo que, seguramente, será citado como testigo.
Según detallaron desde la oficina de prensa del Ministerio Público Fiscal, la fiesta comenzó el sábado y estaba de turno el fiscal Lauro Monticone. Pero la causa la inició este lunes su colega Gabriela García Cobos, porque ya estaba ella en turno. Ahora están determinando cuál de los dos es más competente para continuar la investigación adelante, porque al primero le corresponde por el día, pero la segunda es quien la inició a partir de lo publicado en los medios de comunicación y redes sociales.