Marcelo Lucero tiene 45 años y es técnico en telecomunicaciones. Viajaba de Dallas a Mendoza en su moto. Se extravió regresando de una excursión el pasado viernes.
Buscan a un mendocino que está desaparecido en México
A mediados de agosto de este año, Marcelo Lucero, un técnico en telecomunicaciones mendocino de 45 años -oriundo de Coquimbito, Maipú- que reside en Estados Unidos, decidió emprender una aventura que venía planeando hace tiempo: unir en moto la ciudad de Dallas, en Texas, con la provincia de Mendoza, un trayecto de casi 14.000 kilómetros.
El 20 de agosto finalmente fue el día de la partida. Las paradas serían varias y el maipucino las mostró en un mapa que compartió con sus amigos: México, El Salvador, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y finalmente su ingreso al país hasta llegar al ansiado destino.
En el camino decidió pasar unos días en Los Cabos, en el Estado mexicano de Baja California. Todo marchaba bien hasta que el viernes 28, según indicó la Embajada Argentina en México, desapareció mientras hacía una excursión en las "Termas del Chorro".
Según informó BCS Noticias, Marcelo se alojó en Los Cabos en la casa de una mujer, pero ella no fue al paseo nocturno, el cuál consistía en ir caminando hasta las termas y volver. En el trayecto perdieron de vista al mendocino y nunca regresó.
El domingo 30, la mujer, Juana Esther García Cortaza (ex esposa de un amigo), realizó la denuncia y fue ahí cuando la familia de Lucero en Mendoza se enteró de lo que había pasado.
En diálogo con el Post, Mario, hermano de Marcelo, explicó: "Él decidió cruzar y eligió el camino de Los Cabos por un tema de seguridad, las otras rutas son más complicadas por los cárteles". Además expresó con impotencia: "Jamás imaginé que podía pasar algo así. Es una locura. No puede ser".
A cinco días de su desaparición, no hay rastros de él. Las autoridades de ambos países están colaborando para encontrarlo y desde este lunes se activó el protocolo de búsqueda y rescate. "Una fuerza multitudinaria de alrededor de 50 personas elementos de SEDENA, SEMAR, Guardia Nacional, Fiscalía, Protección Civil y Bomberos de San José del Cabo se encuentran trabajando en la búsqueda desde este lunes", indicó Primero BCS.
"Hablé con el jefe de la Guardia Civil. El lunes eran 60 personas trabajando. Policía, militares, bomberos y Guardia Civil, todos recorrieron un terreno de cerca de 4 kilómetros. Sobrevolaron con drones y buzos trabajaron en los cuerpos de agua", detalló el hermano de Marcelo.
"No hubo novedad ni pistas, trabajaron hasta la noche. Este miércoles continuaban la búsqueda y la concluían. Si no aparece en el radio que iban a rastrillar, pasa a Policía de Investigaciones", añadió.
El trabajo de la Embajada argentina
"La Embajada en el DF no está funcionando en este momento, así que todo lo está manejando el Consulado de Quintana Roo. Me trataron muy amablemente, también desde Cancillería. En ese sentido me da cierta tranquilidad, pero también necesito que no bajen la guardia", pidió con desesperación Mario.
El caso Marcelo
-Lucero tiene 45 años y es nacido y criado en Coquimbito, en el departamento de Maipú. Tiene cinco hijos, tres de ellos en Mendoza (de 24, 22 y 19 años) y dos en Estados Unidos de 13 y 8.
-En el 2001, en medio de la recesión económica argentina, partió rumbo a Estados Unidos en busca de un mejor pasar. Trabajó durante años en una operadora de cable.
-Fanático de las motos, este año decidió emprender un viaje desde Dallas hacia su Mendoza natal. Manejar cerca de 12 horas por día e ir durmiendo en diferentes lugares. Iba a salir en marzo pero la pandemia pospuso su aventura.
-El 20 de agosto salió y el 26 llegó a San José del Cabo, la ex esposa de un amigo suyo lo hospedó en su casa. El 28 salió de excursión con un grupo de locales y nunca volvieron a verlo.
La Guardia Civil trabaja en el lugar y lo busca con intensidad junto con otras fuerzas de seguridad. Si no aparece hoy, el caso será tomado como desaparición y este jueves quedará en manos de la Policía de Investigaciones.
"Quiero que aparezca, que pueda llegar a Mendoza y que cuando todo esto termine, podamos comer un asado y que nos cuente esta historia como una anécdota graciosa", remató Mario.
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