Aparece de nuevo el fantasma para los que resisten (volverían las restricciones).
Ya son 200 los locales gastronómicos y hoteles que cerraron en Mendoza
El parate por la pandemia ha causado estragos en el sector turístico que, en los últimos años había crecido de la mano de hotelería y gastronomía de calidad que sedujo no sólo viajeros nacionales sino muchos extranjeros. Hoy Mendoza vive otra realidad y sufre cada vez más los efectos del coronavirus, ofreciendo un panorama tétrico. Y nadie avizora que la cosa cambie a mediano plazo. Todo lo contrario, ya que la situación sanitaria se agravó en los últimos días, y el gobernador Rodolfo Suarez podría lanzar nuevas restricciones al sector que ya invita, a través de las redes, a una movilización.
Mientras tanto un informe del sindicato de del sector, Uthgra, al que tuvo acceso InfoMendoza, en base a una encuesta que incluyó a 500 establecimientos (hoteles, bares, restoranes y cafés), indicó que 200 locales cerraron sus puertas en forma definitiva, destacando que el 10% corresponde a hoteles y el resto al sector gastronómico. La encuesta abarcó los departamentos del Gran Mendoza, San Rafael, Malargûe y el Este mendocino.
"Los hoteles en su mayoría están cerrados por la pandemia, porque no hay turismo. Pero en el estudio que realizamos se comprobó que alrededor de un 10% de los comercios que cerraron son del sector hotelero, ya que es gente que vino a pedir la liquidación final. Puede pasar que con el tiempo no abran más o cambien la razón social o abran con otro nombre, no sabemos", explicó Carolina Montivero, secretaria de Uthagra Mendoza.
Aclaró que hay empresas que están cobrando el ATP, pero "necesitamos que se apruebe una ley de emergencia al turismo. Hay mucha carga fiscal y sobre todo los establecimientos más chicos son los más perjudicados".
Una gran fuente de trabajo que hoy funciona a media máquina
El sector hotelero y gastronómico da trabajo a unas 24.000 personas, y hoy sólo la mitad tiene trabajo. Se calcula que el salario de los empleados suele representar el 35% de la facturación total del establecimiento y si se tiene en cuenta que la capacidad de los bares y restoranes está restringida, el panorama es aún más que preocupante para los empresarios.
