Ocurrió en Neuquén. Los profesionales le dijeron que iba a controlar cuando terminaran el aislamiento. Finalmente, logró que la revisen.
Una nena se quebró y no querían atenderla porque su mamá tiene coronavirus
Una nena de Neuquén que se había quebrado el tobillo necesitaba tener su control médico y su tratamiento semanal para recuperarse. Sin embargo, su mamá -también embarazada- dio positivo de coronavirus y los profesionales no quisieron atender a la niña hasta que terminaran el aislamiento. Finalmente, la familia logró que los especialistas fueran hasta el domicilio.
Según informó LM Neuquén, Romina Bravo está embarazada de seis meses y cuando fue a control le hicieron un hisopado porque estaba un poco congestionada, además de ser contacto directo de un positivo. Efectivamente, el lunes pasado le informaron que estaba infectada y que debía hacer un aislamiento de 14 días en su domicilio.
Otro inconveniente radicó con su hija Maia de 7 años, quien recientemente sufrió una fractura de tobillo y le quedó una importante herida en la piel. La nena recibe un control y un tratamiento todos los martes y Romina llamó al Hospital Heller para decirle que estaban aislados y no podían asistir. La respuesta la sorprendió: la visitarían una vez que finalizara el confinamiento y en ese lapso no habría curaciones.
La familia comenzó una campaña para que Maia pudiera recibir su control. El argumento más fuerte era que se garantizar el derecho a la salud de la niña. Además, la mayor preocupación era que otro familiar de la casa pudiera contagiarse y así extenderse el aislamiento.
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Después de tanto insistir, una ambulancia del SIEN (Sistema Integrado de Emergencia del Neuquén) fue a visitarla a la nena este viernes. Esperan que el servicio no se interrumpa en las siguientes oportunidades. Maia se había quebrado en un accidente con la bicicleta: viajaba en el caño junto a su papá y sin querer metió el pie en la rueda.
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