La decisión de volver con las restricciones no debería ser tomada como un retroceso, sino como una medida para encontrar soluciones, robustecer al sistema de Salud y dominar la epidemia. Aquí algunas claves útiles.
Datos para entender cómo seguirá la pelea contra la pandemia en Mendoza
Al mismo tiempo que Alberto Fernández anunciaba a través de un video la continuidad de la cuarentena, los vecinos de un barrio lasherino se alarmaban porque en un geriátrico sacaban un cadáver de una de las personas asiladas. Y al mismo tiempo se daba a conocer el informe semanal de la pandemia en Mendoza.
También el diputado José Luis Ramón, por Twitter, le pedía plata al presidente para que Mendoza pueda testear a más personas. A la vez la información también advertía que estaban saliendo de pista cada vez más profesionales de la salud.
Algo concreto es que se registraron en una semana 1927 nuevos casos de personas infectadas con SARS-CoV-2. Y también se da por sentado que el 90 por ciento de las camas críticas de los hospitales del Gran Mendoza están ocupadas. Concluye una semana donde el gobernador Rodolfo Suarez eligió mostrar que él tomaba la decisión de restringir más, antes que apareciera la Nación imponiendo su cuarentena ya tan resistida a través de un decreto presidencial.
El jueves 27, informamos que el sistema de salud estaba al límite. En un recorrido por los hospitales públicos la conclusión fue que estaban las terapias intensivas sobre exigidas.
No solo el sistema está crujiendo por la falta de espacios de internación para pacientes graves sino que el personal de salud está también estresado por la tarea intensiva. De acuerdo a lo trascendido desde el ámbito oficial 18 por ciento del recurso humano sanitario está enfermo de Covid-19.
Salidas alternativas
La idea de detener la circulación de personas para "aplanar" la curva de contagios y así aliviar la presión sobre la última línea de atención de salud, es una primera herramienta, pero no debería ser la única para lograr el objetivo.
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El riesgo es que la cantidad de infectados no baje y eso no sea un mensaje alentador a favor de la restricciones entre la población ya que hay sectores económicos como los gastronómicos resisten esta medida.
Lo que se necesita es tiempo para que bajen los niveles de transmisión viral e intentar modificar el escenario para que el sistema de salud pase al frente de la pandemia y no exista esa percepción que el microbio domina la situación porque entonces se convierte en inconciencia ciudadana y la epidemia crecerá sin control entre el vecindario.
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El asunto es aliviar a las terapias intensivas tanto espacios como a quienes atienden a los pacientes críticos que llegan para ser asistidos mecánicamente.
Cataplasma
Teniendo en cuenta esta realidad expuesta hay condiciones extremas que obligan a cierta creatividad para buscar soluciones hasta ahora impensadas. Son salidas para saltar del cerco. Por ejemplo, para que quien necesite una terapia intensiva urgente y no sea por la Covid-19, pueda ser atendido por el sistema provincial.
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Muchos coinciden que tener una dotación suficiente de plasma con anticuerpos sería una palanca que ayudaría a los pacientes con dificultades a que mejoren sin tener que llegar a las unidades de terapia intensiva.
En los últimos días se han intensificado las búsquedas de plasma por parte de familiares de personas enfermas. La búsqueda de esta sustancia hemática como una acción pública podría ser un gesto positivo del Estado para buscar alternativas e intentar que las personas mejoren y oxigenar el sistema de Salud.