Dos escenarios disímiles pero que sufren el mismo acecho. Estamos en un momento en que el virus comienza a dejar de ser noticia porque la enfermedad ya tiene múltiples rostros.
Historias virales: cien ancianos blindados y una familia de jueces infectada
Por un lado, hay 90 adultos mayores que fueron hisopados en el hogar Santa Marta. Por el otro, hay una familia de magistrados afectados por el coronavirus. Mientras que los docentes de distintas escuelas mendocinas siguen tomando nota de estudiantes o sus familiares aislados por los contagios que se multiplican a diario en el Gran Mendoza.
La vida se condiciona cada vez más de acuerdo al avance de la enfermedad Covid-19 y el sistema de salud comenzó a aplicar los aislamientos domiciliarios. Los hechos concomitantes se desarrollan con vértigo, las horas son atravesadas por el microbio indómito y mutante.
Lo del geriátrico estatal ubicado en la zona del Parque a esta altura pareció algo milagroso, pero no lo fue. Después que se detectaran tres empleados del hospicio dieran positivo, rápidamente se dio aviso y se los analizó a los ancianos y ancianas y todas las detecciones fueron negativas. Todos se habían preparado para un nuevo conglomerado viral y finalmente los funcionarios del área de Ancianidad de la Provincia respiraron aliviados.
Hace 13 días cuanado hablabámos de los "geriatruchos" informámos que el personal estatal está bien pertrechado para sostener la tarea diaria pero estos empleados ya sentían un agotamiento por la exigencia propia de la atención básica que demandan las personas.
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Además de la aplicación de las medidas de seguridad sanitaria. Ahora y aún con tres agentes infectados, se ha mantenido la salud de las personas asiladas.
El contagio, señor juez
El caso que llamó la atención ayer martes 25, fue el de la pareja de jueces Alfredo Eduardo Milutín y Fernanda Díaz que quedó afectada por el contagio de él, que ejerce como integrante del tribunal de la Primera Cámara Laboral y ella como contacto estrecho y es la titular del Juzgado de Paz Letrado y Contravencional de Lavalle. Esta información fue confirmada por fuentes judiciales.
En los ámbitos tribunalicios hay mucho escozar por una corrida de afecciones virales. Tanto que el gremio de los empleados judiciales le pidió al presidente de la Corte, Dalmiro Garay que cierre el edificio judicial de la avenida San Martín 322 para desinfectarlo por el contagio de una empleada judicial. En esas mismas dependencias funcionan la primera y la segunda cámaras laborales.