Con cautela, médicos del país esperan que se completen las fases del ensayo, pero en principio dan luz de esperanza a esta posibilidad.
"Sí, yo me la pondría", dicen científicos argentinos sobre la vacuna de Oxford
La vacuna de Oxford y el laboratorio AstraZeneca que en breve producirá la Argentina se está probando a una velocidad sin precedentes. Los médicos infectólogos que forman parte del Consejo Consultivo en Salud de TN fueron consultados acerca de la voluntad de acceder a esta inmunización. La respuesta fue afirmativa, siempre y cuando se complete la fase III que evalúa su seguridad y eficacia.
"Si el estudio de fase 3 resulta favorable, no veo motivo para no aplicar la vacuna. Creo que para que deje de circular el virus deberemos reducir en forma significativa el número de individuos susceptibles y además proteger a los grupos más vulnerables y de mayor riesgo", opina el doctor José Marcó del Pont (M.N. 50.056), médico infectólogo.
El desarrollo requerirá un adecuado programa de vigilancia para determinar el verdadero impacto de la vacuna. Sobre los efectos adversos, se informaron dolor, sensación de fiebre, escalofríos, malestar, mialgias y cefalea, todos en grados leves.
"Para desarrollar una vacuna, se mide la seguridad, es decir que no provoque eventos adversos serios. También se estudia la inmunogenicidad, que es para ver la respuesta inmunológica en general y se mide por la respuesta de anticuerpos", detalla Isabel Casetti, médica infectóloga (M.N. 55.583).
Los ensayos en el exterior, de los que participaron 1.077 personas, mostraron que la vacuna genera anticuerpos y las llamadas células T que pueden combatir el coronavirus. "Me pondría toda vacuna que demuestre que es segura y efectiva, más allá de donde se produzca. La vacuna de Oxford está bastante estudiada y en la Argentina se hará basándose en la producción de ellos, sin ningún tipo de cambio", aclara.
Ver además: Los detalles de la vacuna que se producirá en el país
Oxford y AstraZeneca están colaborando con aliados clínicos en todo el mundo como parte de un programa global para probar la vacuna de Oxford. La Argentina, ahora también es parte.
"Si la vacuna se registra en la Argentina por la ANMAT y está disponible como indicación desde el ministerio de Salud para el personal de la salud me la tengo que aplicar. Si presenta esa indicación es porque ha demostrado ser eficaz y segura", sostiene Ricardo Rüttimann (M.N. 72.566), pediatra e infectólogo.
Las autoridades ya manifestaron que tienen la intención de brindar acceso amplio a esta terapia, si se aprueba o se autoriza para uso de emergencia, en los Estados Unidos y en todo el mundo.
"Yo prefiero contestar después de ver los resultados de Fase III, que evalúa justamente la eficacia y seguridad", responde el doctor Roberto Debbag, infectólogo (M.N. 60.253), ante nuestra consulta.
La Fase III es la que permite conocer el efecto real del fármaco en un contexto real. Todo lo que se hizo hasta este momento se orienta a garantizar que en esta etapa la vacuna es segura y tiene posibilidades de resultar exitosa.