Recuerdos del futuro.
¿Van por los medios? El "sincericidio" de Oscar Parrilli y los antecedentes K
Decir que el kirchnerismo tiene un furioso encono con la prensa crítica, es una verdad de Perogrullo. Los antecedentes de lo que fueron los primeros 12 años de gobierno de Néstor y Cristina dan cuenta de ello... de sobra.
Lo mismo cuenta para Alberto Fernández, quien, como jefe de Gabinete de Ministros, ofició de "comisario" de los medios, llamando a los cronistas a efectos de injuriarlos y presionarlos con quitarles la pauta del Estado. Quien escribe estas líneas lo ha contado con lujo de detalles en más de una oportunidad.
Por eso, no debería llamar la atención que ahora mismo el kirchnerismo intente silenciar a la prensa independiente. Será el tercer paso de la "venganza" que pergeña Cristina, que ya arrancó con el espionaje y la Justicia Federal (y va también por la Corte Suprema).
Por lo pronto, ya se dejaron ver algunos esbozos: el primero ocurrió el 2 de mayo pasado , cuando el vicepresidente del ENaCom, Gustavo López, reveló a la TV Pública que se estudiaba la posibilidad de "regular" el funcionamiento de los portales de internet.
Con la pandemia del coronavirus como excusa, so pretexto de las fake news, el funcionario sostuvo: "Esas noticias falsas se pagan, y los jueces deberían estar cerrando esos portales, porque no están protegidos ni por la Constitución ni por el Pacto de San José de Costa Rica, y generan alarma en la población".
Luego, el 8 de julio, llegó el turno del militante del Frente de Todos y abogado de Lázaro Báez, Maximiliano Rusconi, quien advirtió que debe "reglamentarse" el periodismo: "Tendrían que tener un límite", sostuvo textualmente.
Al mismo respecto, el polémico letrado acusó a los cronistas de haber aprendido "las malas tradiciones judiciales" respecto de que la actividad periodística "no está sometida a ningún control".
Finalmente, en los últimos días, Oscar Parrilli coronó la idea: en el marco de la discusión por la reforma judicial, reveló que se busca condicionar a los medios periodísticos.
Puntualmente, el "valet" de Cristina Kirchner admitió que se promueve un artículo dentro de la norma de marras para que los jueces denuncien a los medios de comunicación si se sienten presionados por ellos.
A la hora de referirse a ese punto en cuestión, Parrilli aclaró: "Si bien habla de 'amistades o grupos de presión', acá es necesario explícitamente hablar de los poderes mediáticos" (ver a partir del minuto 7:25).
No fue todo: en su virtual alocución, en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, y de Justicia y Asuntos Penales, el secretario de la vicepresidenta valoró: "Hemos visto los últimos años en los medios de comunicación cómo periodistas denostaban e incluso alentaban a salir a escrachar, desprestigiar y denigrar a distintos funcionarios judiciales porque no hacían lo que ese medio pretendía con determinado proceso o causa. Aquí debemos agregar explícitamente el término mediático porque así ha ocurrido en los últimos tiempos".
El tono utilizado por Parrilli habla por sí mismo. Hay un elocuente enojo y fastidio contra la prensa por parte del kirchnerismo.
Y es curioso realmente, porque los que han escrachado, perseguido y apretado son justamente los que hoy ocupan el Poder Ejecutivo. Y a los que han presionado es... a los periodistas.
¿O hace falta recordar tópicos como los escupitajos a las fotos de los hombres de prensa? ¿O los escraches en 678? ¿O los "carpetazos" con información de la AFI?
A esta altura, si algo queda claro, es que en el gobierno no carecen de hipocresía... Tampoco de cinismo.