Anoche se oficializó la prohibición de reuniones familiares en todo el país. En qué afecta la medida nacional, al funcionamiento de Mendoza. Las restricciones que dictará Suarez.
Familias, juntadas, amigos y trabajos: claves del nuevo decreto
Fue por muy poco. A pesar del aumento de casos y de la velocidad de duplicación de contagios que a esta altura es alarmante, la provincia fue preservada del aislamiento y logró mantenerse en fase de "distanciamiento" social. Con lo que no habrá que salir corriendo este lunes a bajar persianas. En algún modo, es una tranquilidad. Esa flexibilidad será vigilada por Nación.
El viernes, antes de los anuncios del presidente Alberto Fernández, una funcionaria del ministerio de Salud de la Nación se comunicó con la ministra local Ana Nadal, y le dijo que Mendoza sería incluida en "Aislamiento Social Preventivo obligatorio" y una fase más dura de cuarentena, porque ya estábamos en transmisión comunitaria sostenida del virus. En pocos días el Gran Mendoza volvió a cambiar de estatus epidemiológico. Dejando de lado los tecnicismos, hay que explicar que ahora es más peligroso salir a la calle, porque el contagio de coronavirus puede ocurrir en cualquier lugar público.
Más tarde, el mismo viernes, las afirmaciones basadas en interpretaciones erróneas que Alberto Fernández hizo al hablar sobre la pandemia, reforzó la idea de que Mendoza sería aislada. Ese temor fue uno de los motivos de conversaciones el sábado a la mañana entre los intendentes oficialistas y el gobernador Rodolfo Suarez. Por eso salieron a instalar que se suspenderían las reuniones familiares hasta el 18 de agosto, lo mismo que el funcionamiento de los bares y pubs nocturnos, y las prácticas deportivas de "entrenamiento" en clubes.
Desde el viernes, la ministra Nadal pasó horas brindando datos a Nación, intentando que nos mantengan en zona de distanciamiento, y que no nos obligasen a retroceder en el funcionamiento económico de la provincia, muy lastimada por la pandemia y sus consecuentes fases de aislamiento y distanciamiento. Luego vinieron la controversia y las respuestas del gobernador Suarez a las cifras de Mendoza mostradas por Alberto. Anoche, finalmente, se supo que Mendoza permanecerá en una situación de "vigilancia" pero dentro del distanciamiento. Hay un extenso párrafo en los considerandos del DNU de AF que parece zanjar aquella pelea y darle la razón a la provincia. "...Tanto la región metropolitana de Gran Mendoza como la ciudad de Rosario, presentan un sistema de salud, que, a juicio de sus autoridades, tiene capacidad de dar respuesta al aumento de casos, tanto en lo que hace al diagnóstico como también con relación a la atención sanitaria y control de contactos. Según afirman las autoridades provincial y local, respectivamente, ambas presentan además, un sistema intensificado de búsqueda de casos, por medio de unidades centinelas que sensibiliza la detección de posibles casos nuevos de COVID-19. En este marco, y en atención a la evaluación positiva de la situación realizada por el Gobernador de la Provincia de Mendoza y por el intendente de la ciudad de Rosario, y teniendo en cuenta el expreso compromiso asumido por ambos de informar cualquier situación de alerta epidemiológico a las autoridades sanitarias nacionales, se ha determinado que la ciudad de Rosario y la Provincia de Mendoza, puedan mantenerse en el marco de las medidas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio, debiéndose redoblar los esfuerzos en estas jurisdicciones para evitar la expansión de los contagios y las consecuencias que la propagación de la enfermedad conlleva" dice. En resumen, Suarez tenía razón. Pero nos van a estar vigilando, a todos. Al final del día, el decreto de Alberto le alivió al gobierno provincial parte de la tarea. Porque el presidente decidió "socializar las pérdidas" de los casos en el AMBA, y prohibió juntadas familiares en todo el país.
Aun así, el DNU del presidente Fernández extiende prohibiciones que Mendoza deberá ajustar. Para empezar, en nuestra provincia las nuevas reglas regirán hasta las 24:00 del 18 de agosto. Por lo tanto en el fin de semana largo de mitad de mes, nadie podrá juntarse.
La prohibición de Alberto suma a toda reunión social en domicilios y espacios cerrados. Algo que en Mendoza ya estaba vigente. Las juntadas de amigos duraron un suspiro luego del "Caso 98".
El decreto de Mendoza, que se conocerá mañana, contendría especificaciones al turismo. El decreto de Alberto lo prohíbe pero en Mendoza estaba autorizado con muchísimas restricciones salvo en varios departamentos. Ahora el Gran Mendoza es zona de circulación comunitaria sostenida de Covid-19. Así es que Suarez avanzará en restringir el movimiento de personas desde y hacia el área metropolitana. Sólo podrán hacer turismo en el sur y el Valle de Uco los habitantes de esas regiones de la provincia. Los del Gran Mendoza sólo podrían pasear en alta montaña, aunque hay que esperar el decreto de Suarez. No prohibirían totalmente el turismo, pero se estaría muy cerca.
El decreto de Alberto Fernández conocido anoche pone un límite de diez personas a los servicios religiosos. En Mendoza, el decreto vigente habilita hasta 30 concurrentes. Por lo que será "ajustado" para adaptarlo a la normativa nacional.
Otra novedad incluida en el decreto de anoche es la prohibición de "reuniones" en los lugares de trabajo para esparcimiento, almuerzos o cenas, ni ocio, si no se puede garantizar el distanciamiento social de dos metros y la ventilación adecuada de las instalaciones.
Lo que viene
Desde las 00:00 de anoche está vigente la prohibición de las reuniones familiares. Respecto de Mendoza es la novedad más importante del decreto de Alberto. Sin embargo, para mayores precisiones, ajustes y alguna novedad respecto del funcionamiento de los bares, habrá que esperar el decreto de Mendoza. El gobernador tiene la intención de restringir el turismo al mínimo, prohibir actividad de entrenamientos en clubes, y cerrar los bares que atienden de noche.
Hace dos semanas, el gobernador Suarez hizo un llamado al "aislamiento voluntario" de los mendocinos, a causa del aumento de contagios. Pero pasados cuatro meses y medio de cuarentena y restricciones, son muchos los que desobedecen las reglas. Ni qué hablar de las apelaciones a la voluntad y la conciencia. Este último fin de semana proliferaron las fiestas y los malos ejemplos. Un restaurante de hijos del empresario gastronómico Fernando Barbera en el Golf Club Andino fue clausurado y multado el sábado a la noche. Había una fiesta de unas 40 personas y una sola reserva para los cuarenta. La Municipalidad de la Capital ya tenía versiones sobre festejos en ese lugar. El sábado antes de la clausura, se viralizó un video que muestra en el restaurante una jarana importante en la noche el viernes, aunque los propietarios aseguraron al diario Los Andes que cumplieron con los protocolos y distancia social. El sábado la Municipalidad comprobó que había venta de bebidas y servicio de DJ y ordenó clausura y multas, al local y al dueño de la reserva. El mismo sábado, la ex reina nacional de la Vendimia Rocío Valdivia, concurrió a una "juntada de amigos" y la transmitió en vivo por Instagram. Sus explicaciones fueron penosas: "Me matan a mí por ser la boluda que subió a las redes la juntada en una amiga, solo por quién fui" escribió en su muro de Facebook. Luego sí, pidió disculpas. Y anunció sentirse muy afectada y presionada por la pandemia, en la economía, y en los afectos.
La cuarentena como tal ya no está funcionando. Por eso el gobierno local ordenará mañana nuevas restricciones. La velocidad de duplicación del virus en Mendoza está en 10,1 días. Hay un 52 % de camas disponibles en el sistema sanitario. Tenemos 1.516 casos confirmados y 39 muertos. Cuatro, el último fin de semana. Pero lo que ocurre es que la mayoría de positivos de Covid-19 son personas de 15 a 35 años que contagian a los adultos mayores. Y esos, son los que se mueren. Son datos, no opinión.