Así se desprende del estudio que realizó el Ministerio de Educación sobre la respuesta educativa durante el confinamiento.
El 95% de los chicos tuvo un contacto fluido con sus docentes
A través de videoconferencia, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, presentó a los responsables de educación de las 24 provincias, el informe sobre los primeros trabajos de la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica. El objetivo es generar información detallada sobre cómo funcionó el sistema educativo argentino en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Los informes presentados muestran resultados de una encuesta en línea que se hizo a una muestra representativa de 5.387 directivos de todo el país y encuestas telefónicas a una muestra representativa a 2.658 hogares con niñas, niños y adolescentes en edad de asistir a la educación obligatoria.
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El titular de la DGE, José Thomas, destacó la importancia de contar con buena información, con datos precisos con la particularidad de cada provincia y región, que servirán para la toma de decisiones durante este contexto de emergencia sanitaria y también para seguir trabajando en las estrategias y políticas educativas de la provincia.
Según los datos, todas las escuelas llevaron adelante propuestas de continuidad pedagógica y el 95% de los hogares recibió propuestas pedagógicas durante todo el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Además, 3 de cada 4 directivos señala que la escuela mantuvo contacto con las y los estudiantes más de una vez por semana y 9 de cada 10 tuvo contacto al menos una vez por semana. Solo 10% de los estudiantes tuvo contacto dos o tres veces por mes o no tuvo contacto, algo común o transversal a todos los niveles.
Sobre la Evaluación Nacional
Aprobada por el Consejo Federal de Educación, la evaluación es un relevamiento integral en el que, además de la encuesta a equipos directivos y hogares, se incluye una encuesta a 25 mil docentes que se encuentra desarrollándose. Además, hay otras cuatro líneas simultáneas y complementarias, en las que se evalúan y relevan distintas dimensiones, como las respuestas de los sistemas internacional, nacional y jurisdiccional sobre la educación durante el aislamiento obligatorio.
La evaluación prevé además un seguimiento de la matrícula escolar previa y posterior a la suspensión de clases presenciales. Para ello, en el marco del Sistema de Información para el monitoreo del retorno a clases presenciales, se realizarán relevamientos de información a partir de un formulario que será completado por los directores de las escuelas que retoman las clases presenciales en los establecimientos educativos de todo el país. Esta línea de la Evaluación Nacional se pone en marcha a partir de agosto, cuando comienzan las clases presenciales en algunas jurisdicciones.
El informe nacional final de la Evaluación Nacional, que integra y profundiza el análisis sobre la información de todas las líneas que la componen, será publicado en octubre.