El ministro de Educación, Nicolás Trotta, mostró en Twitter el antes y después de un cambio de look y le llovieron las cargadas, entre otra tormenta de reclamos por la educación.
Es que, según Trotta, llevaba mucho tiempo sin cortarse el pelo y, al parecer, decidió finalmente ir a la peluquería. El ministro posteó la noticia junto a dos fotos, la del antes y la del después.
Los comentarios sobre las fotos no tardaron en llegar. Primero cargándolo porque la diferencia no sólo es imperceptible en el pelo sino también porque tiene la misma camisa y fue sacada en el mismo lugar. Sólo la barba un poco más recortada muestra una diferencia.
Por otro lado, muchos aprovecharon para reclamarle sobre la situación crítica que atraviesa la educación no solo por el contexto de la pandemia sino también por la deserción escolar que se incrementó drásticamente luego de la modalidad de clases virtuales.
Trotta confirmó ayer que los alumnos regresarán a las aulas en agosto, en las provincias con fase 5 de aislamiento, como es el caso de Mendoza, por el momento.
Muchas de las respuestas a su tuit incluso le reclamaban que no es momento para regresar a las escuelas y otros, le tomaban el pelo.
¿El tuyo sería un quincho Cetera, lo arreglas con 0 pesos? Ahhh, me olvidaba, menosbmal que la educación está perfecta y te sobra el tiempo para compartir cuestiones personales como si fuera una vedetonga buscando prensa
Como se va a notar el trabajo de un tipo que se saca dos fotos donde no se le nota el corte de pelo teóricamente hecho? Nicolás no das más de Opa. https://t.co/OcihmPQ8rb
La detección de estas inconsistencias surgió en medio de una auditoría integral que el Gobierno ordenó sobre ANDIS tras un escándalo por audios en los que su ex titular, Diego Spagnuolo.
"El bloque necesita una reforma institucional e integral", sostuvo el Presidente en la cumbre, con duras críticas al bloque. Además, pidió por la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, preso en Venezuela.
Antes de desempeñarse como jefe de Gabinete, Manuel Adorni inició una demanda laboral contra su exempleador por trabajo parcialmente no registrado y consiguió un acuerdo que hoy equivaldría a más de US$60.000.