Un proyecto de la UNCuyo impulsado por Aysam y avalado por Salud de la Provincia, comenzará a aplicar desde la semana próxima. Se trata de una estrategia científica para atacar con precisión los focos de contagio.
Mendoza decidió rastrear el virus en las cloacas
Ana María Nadal menciona frecuentemente "conglomerados" o "clúster" de personas afectadas por el coronavirus. La ministra de Salud de Mendoza se refiere a los grupos por actividad o vínculos familiares que se contagiaron de Covid-19 por la cercanía entre sus integrantes.
Pero también puede existir este tipo de transmisión en barrios o zonas residenciales y generar focos infecciosos "estables" dentro del crecimiento de la circulación de SARS-CoV-2 que ya viene dando señales concretas de circulación comunitaria.
En realidad ya se asume el recorrido viral persistente, aunque todavía no ha sido epidemiológicamente oficializado.
Este es un argumento sólido para entender por qué desde la semana próxima se comenzarán a tomar muestras de los efluentes cloacales de acuerdo a un muestreo permanente. Primero se hará en los puntos previo a la entrada de estos líquidos a las plantas de tratamiento de la empresa del Agua y Saneamiento Mendoza (Aysam). Esas aguas residuales son los deshechos del Gran Mendoza.
Es un proyecto local nacido desde la Coordinación de Investigación y Posgrado de la UNCuyo, conducida por Raúl Marino, que ha encontrado eco en la misma Aysam y logró el aval de la ministra Nadal como representante del Gobierno provincial.
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Se trata de hacer un seguimiento sistemático de las aguas servidas desde las colectoras que llegan a las plantas de Campo Espejo y El Paramillo, en Las Heras, y si se detecta resabios del coronavirus entonces ir "aguas arriba" para seguir el rastro viral en los efluentes hasta determinar el origen donde el microbio se desagua. Es decir hacer las detecciones con mucha precisión para definir dónde instalar los operativos de testeos entre una población acotada.
"Se sabe desde hace mucho tiempo que varios microbios patógenos para el hombre, y de diferentes virus en particular, se encuentran presentes en aguas residuales. Esto ocurre, fundamentalmente, porque el patógeno se elimina en los fluidos corporales durante una infección activa, incluso días antes de manifestar algún síntoma, y aún en los pacientes asintomáticos. Y de ahí pasa a los inodoros, a las bachas de baños y de cocina o lavanderías, durante la higiene personal, o la limpieza domiciliaria de diferentes elementos", puntualizan los científicos médicos de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la UNCuyo liderados por el investigador Israel Vega.
En ese contexto los coronavirus pueden detectarse en aguas residuales, y en particular, el material genético (ARN o vestigios de él) de SARS-CoV-2 lo que indica que la presencia y concentración del virus en aguas residuales sería un reflejo de lo que ocurre en cualquier comunidad. "Es decir, que a través de un muestreo diario y representativo de las aguas residuales podríamos conocer la circulación diaria del coronavirus SARS-CoV-2 en la comunidad mendocina", puntualiza Vega. Los Países Bajos, España, EEUU y Francia ya registraron la experiencia de lo que ahora se aplicará.
Este plan tiene un trayecto de tres meses que comenzara a implementarse desde la semana próxima. El equipo de científicos de la Universidad realizará las detecciones con reactivos específicos en el laboratorio que funciona en la FCM e informará a Salud los resultados. Será información sensible para identificar focos de contagios y decidir inteligentemente los operativos de testeo en sectores poblacionales definidos.
Este esquema de trabajo ya tiene financiamiento destinado. La inversión asciende a 500 mil pesos aportados por la UNCuyo que destina el conocimiento, pericia, capacitación e insumos, y Aysam que solventa la mayor parte del costo ya que la sistematización del proyecto redundará en un mejor rendimiento del servicio y más protección para el personal que trabaja con los líquidos residuales.
El enlace nacional
El plan provincial de rastreo del coronavirus es complementario al proyecto de Vega y su equipo de científicos con el que ganaron un concurso del Ministerio de Ciencia y Tecnología. "Detección y persistencia de COVID-19 en aguas residuales" es el título de esta propuesta que es auspiciada por el Departamento General de Irrigación.
Se trata de la misma iniciativa aplicada y concentrada en los influentes a las plantas de tratamiento para tomar muestras y realizar los análisis para la detección del microorganismo patógeno.