Durante la cuarentena, el consumo de combustibles se derrumbó y las refinadoras aplicaron un freno a la producción de naftas y gasoil. De a poco, la demanda comenzó a incrementarse y, sumado a un fenómeno no previsto, Argentina podría importar combustible.
Hoy en Memo: por qué falta gasoil en Argentina pese al sobrestock por la pandemia
En medio del derrumbe mundial de la demanda de petróleo, durante la cuarentena en Argentina se refinó menos crudo (ver informe aquí), por lo que cayó la producción de naftas y gasoil, combustibles que igualmente sobraban. Al mismo tiempo, parte del crudo que las operadoras ya no podía almacenar por falta de espacio, fue exportado, sin pensar que a mediados de julio podría haber falta de stock.
¿Qué pasó? Para que Cammesa anunciara la importación de combustibles, específicamente gasoil, se combinó una serie de factores. En primer lugar, las bajas temperaturas -una ola polar en algunas provincias- generaron un aumento de la demanda de energía, justo en un momento en el que Yacyretá está produciendo 1.000 MWh menos del promedio y con Atucha II (700 MWh) fuera de servicio.
En este contexto, una salida que se buscó la semana pasada fue importar 1000 MWh de Brasil, pero posteriormente el gobierno de Jair Bolsonaro interrumpió el suministro.
Ante la imposibilidad de importar energía de Brasil, Cammesa apuntó a las centrales térmicas, incrementando la cantidad de combustible líquido que las abastece para que éstas puedan generar más energía. Actualmente, según números publicados por EconoJournal, "el parque de generación está consumiendo entre 13.000 y 20.000 metros cúbicos por día de gasoil", lo que no puede satisfacerse con el stock local.
Por eso, Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista (MEM), se vio forzada a convocar a una licitación para importar de urgencia 50.000 metros cúbicos (m3) de gasoil. Las ofertas se deben realizar el próximo lunes 13 y un día después, a partir del martes 14, el barco debe estar disponible para abastecer a las centrales térmicas.
Más en Memo
-La revolución del vino europeo: más calidad con menos viña
-Tendencia: empresas que comparten empleados
Esta nota habla de:
