Tras la postulación de María Teresa Day para la Corte de Mendoza, subyacen decenas de argumentos que intenta oponerse a la candidata, pero ninguno se ha podido solventar legalmente, ni deslegitimizar el proceso.
La justicia que queremos
Todo empezó con un Gobernador diciendo basta a los súper sueldos de algunos pocos privilegiados de la justicia. Un Gobernador que cumplió enviando un proyecto para eliminar tales inequidades.
Y tras esta acción del Ejecutivo, la contestación de parte de algunos miembros Supremos de la SCJMza, que manipulan la constitución a su antojo, porque no les gusta que una candidata mujer pueda ser su compañera en la Corte, y por este motivo, se entrometen haciendo un ejercicio abusivo de su función y competencia.
Y llaman al Poder Legislativo, a sus mayorías y minorías a ponerse de acuerdo en una "audiencia de conciliación", en el seno de una sala de la Corte, irrespetando el juego de la democracia y el ejercicio parlamentario; pero sobre todo la carta magna. Se trata de un tema de absoluta importancia y constitucionalidad. Pero... ¿eventualmente podría ser negociable? ¿conciliable? -¿Porque no lo hicieron en el marco institucional del debate parlamentario entonces?
Se ha dicho que Mendoza está al borde de una crisis institucional y no se miente. Cuando un poder del Estado utiliza su investidura para dar afrenta con aires de venganza, claramente estamos en crisis.
Hay amenazas que van y vienen, aquellos que ostentan una investidura máxima en el poder judicial, prendidos por intereses muy particulares al servicio de la voluntad partidaria opositora, que agobiados porque no pueden construir desde la democracia su poder, irrumpen la misma.
En el medio de esta pelea de poderes con auspicio partidario de la "minoría", como se fueron a quejar ante la Corte, una mujer, una jurista, queda atrapada en la nefasta red de una lucha que la supera y debe atajar las bombas que ilegítimamente le tiran estos varones.
Poca justicia porque la postulada, no sólo supo mantener en la audiencia pública extrema cordura y humildad, pese al sometimiento al que quisieron llevarla, sino que además, indicó todas y cada una de las leyes y resoluciones que dan cuenta de su "ejercicio profesional público", cuestionado por la oposición, la cual por momentos sus legisladores parecían asombrados de las normas que ellos mismos habían firmado y conocían.
A la luz de tanta prueba legal, tampoco les funcionó a la intención de ganar en impugnaciones, ya que estas con suerte llegaron a 500, ni un diez por ciento de las más de 4500 adhesiones -el número más alto obtenido en la historia provincial por un postulado-.
Todas las impugnaciones aludieron a dos cuestiones previamente guionadas por la oposición. Por una lado la supuesta "falta perspectiva de género de la postulada", lo que es una autopercepción de los impugnates, los cuales al parecer, se creen dueños y señores en la materia, con lo cual queda rápidamente desacreditado el argumento. Además, la Directora de la Diplomatura en Perspectiva de Género de la Provincia, apoyó y adhirió a la postulación. Y tantas otras voces de militantes feministas y mujeres a favor.
Y por otro lado, el tan trillado tema de los requisitos constitucionales, que llevaron la alusión del "ejercicio profesional" de la candidata, acusándola de tener limitado ejercicio "privado", sobre el absurdo de haber olvidado el "ejercicio profesional público". La postulante supo aclarar y detallar muy bien esto cuestionamientos que la acusaban de violar la constitución, dejando sin argumentos los impugnantes una vez más.
Pero acá no está en juego lo que quiero un sector de la justicia o de la política opositora al gobierno provincial, acá está en juego lo que quiere la sociedad, y lo que esperamos de la justicia.
María Teresa Day, hablo de una "justicia abierta", de "sentencias comprensibles", "del cumplimiento de horario, entrada y salida" para todos, como cualquier mortal trabajador. Habló de jueces "que escuchan y atienden", de la importancia de "usar la escalera", para "saber que está pasando allí en los pasillos y corredizos del laberinto judicial".
Ella fue protagonista de la implementación de las últimas reformas del anterior gobierno. De la ORALIDAD, la MEDIACIÓN, del paso de una investigación escrita casi inquisitiva a AUDIENCIAS que ponen a jueces, fiscales y defensores de cara con la víctima y con el imputado, y de esta forma con la sociedad toda. De la ampliación del horario de audiencias de mañana y de tarde, y cuantas cosas más.
Y sin embargo, nadie se detiene a pensar QUÉ JUSTICIA QUEREMOS, QUÉ JUECES QUEREMOS, entretenidos en los entre telones de la política, de los partidos, de las mayorías y las minorías, de los "poderes", sus ambiciones y privilegios.
Mercedes Rus, Senadora UCR