Una subasta en Los Ángeles marcó el récord mundial para este instrumento.
¿De quién fue la guitarra más cara del mundo?
La historia de las subastas musicales alcanzó un nuevo hito este sábado, cuando la guitarra que Kurt Cobain tocó en el celebérrimo "MTV Unplugged in New York", en 1994, se vendió por seis millones de dólares. La subasta se realizó en la casa Julien's, en Beverly Hills, Los Ángeles, y se convirtió así en la guitarra más cara de la historia.
Fue una sesión tensa: la puja arrancó en 250.000 dólares y rápidamente superó el millón, hasta que finalmente trepó hasta la mencionada cifra, que supone un "nuevo récord mundial para una guitarra", destacó la casa de subastas.
¿Qué se sabe del millonario comprador? Se trata del magnate australiano Peter Freedman, quien planea salir de gira con la guitarra del líder de Nirvana y recaudar fondos para grupos de apoyo a músicos, según publicó la agencia de noticias Efe luego de la subasta.
La puja por este modelo acústico Martin D-18E del año 1959 contempló un lote que también incluía la funda original del instrumento propiedad de Cobain, que el músico decoró con una pegatina del disco "Feel the Darkness" (1990), de la banda Poison Idea.
Hasta ahora, la guitarra más cara había sido una Fender Stratocaster usada por David Gilmour, de Pink Floyd, y que fue vendida por 4 millones de dólares en 2019 en una subasta para obras de caridad.
Un álbum legendario
Con un tono mucho más íntimo que el de sus rabiosos y atormentados álbumes de estudio, el disco "MTV Unplugged in New York" de Nirvana, que Cobain tocó con esa guitarra, recoge un concierto acústico que dio la banda en noviembre de 1993 para la cadena MTV.
El álbum se publicó en noviembre del año siguiente, unos siete meses después del suicidio de Cobain, que ocurrió el 5 de abril de 1994. El lanzamiento póstumo sin dudas contribuyó para que este disco, de por sí bastante "sui generis", se convirtiera en un éxito de crítica y de ventas.
Así, "MTV Unplugged in New York" fue el primer lanzamiento de Nirvana posterior a la muerte del músico y se ganó un puesto de honor dentro de la breve pero muy influyente discografía del grupo, que incluye también los álbumes "Bleach" (1989), "Nevermind" (1991) e "In Utero" (1993).