Ayer, en un fallo reñido, le dijeron que la decisión de no renovar permisos de trabajo a jóvenes indocumentados era "arbitraria y caprichosa"
La Corte de USA falló en contra de Trump respecto a la inmigración
Miles de jóvenes recibieron con alivio e incredulidad las noticias que llegaban ayer desde la sede de la Corte Suprema en Washington DC, que les dio un respiro ante la posibilidad de ser deportados.
Son jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños y cuya situación estaba en un limbo desde que el gobierno de Donald Trump rescindiera en 2017 el programa DACA que los protegía de la deportación.
En una ajustada decisión (5-4), el máximo tribunal estadounidense falló en contra de la decisión de Trump por considerarla "arbitraria y caprichosa".
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El programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés) es una iniciativa firmada por Barack Obama en junio de 2012 como un decreto: les otorga a sus beneficiarios -conocidos popularmente como dreamers (soñadores) un permiso temporal de trabajo que, al igual que la protección contra la deportación, deben renovar cada dos años.
Para poder optar al programa, los jóvenes deben cumplir una serie de requisitos que van desde la edad que debían tener cuando entraron a Estados Unidos, hasta requisitos de escolarización y antecedentes legales.
El programa lo gestiona el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) dependiente del Departamento de Seguridad Nacional.
Obama fue criticado por adoptar la vía ejecutiva para una decisión de tal magnitud, ante lo que el expresidente alegó que el bloqueo del Congreso -cuyas dos cámaras estaban entonces en manos de los republicanos- le impedía acometer una reforma migratoria integral.
Por su lado, el presidente Trump, que ha hecho de la mano dura contra la inmigración uno de sus principales pilares, prometió que terminaría con DACA por considerarlo ilegal e inconstitucional.
El entonces fiscal general Jeff Sessions anunció en septiembre de 2017 la rescisión del programa, pero la medida quedó en el aire a la espera de la resolución de la Corte Suprema que se produjo este jueves.
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Sin embargo, los jueces de la Corte Suprema ratificaron fallos de tribunales inferiores que calificaron de ilegal la decisión de Trump de 2017.
El juez conservador John Roberts se alineó con los cuatro jueces progresistas para determinar que el intento del Departamento de Justicia de rescindir DACA fue "arbitrario y caprichoso".
Trump afirma que su objetivo final es ofrecer protecciones similares a las que aporta DACA, pero solo como parte de una reforma que satisfaga sus objetivos de limitar la inmigración irregular y reestructurar el sistema migratorio de EE.UU.
El juez Roberts, hizo un estricto seguimiento de la ley de Procedimiento Administrativo de 1946 con la que justificó la resolución. "No decidimos si DACA o su rescisión son políticas sensatas. Solo abordamos si la agencia cumplió con el requisito de procedimiento para aportar una explicación razonada de sus acciones", escribió Roberts, que hizo notar que el gobierno simplemente no ofreció una justificación legal adecuada de sus acciones.
Los otros cuatro jueces conservadores de la corte, incluidos los dos nominados por Trump, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, disintieron.
"La decisión de hoy se debe reconocer como lo que es: un esfuerzo por evitar una decisión políticamente controvertida pero legalmente correcta", escribió el juez conservador Clarence Thomas en su desacuerdo.
Este fallo significa que casi 700.000 jóvenes inmigrantes sin papeles actualmente inscritos en DACA, la mayoría nacidos en México y otros países latinoamericanos, seguirán protegidos de la deportación y podrán aspirar a obtener permisos renovables de trabajo por dos años, pero no es una vía para conseguir la ciudadanía.