En menos de un año, los precios crecieron 28%. Los productos que más aumentaron y cómo afecta al índice de pobreza en Mendoza.
Pandemia de precios: así están las góndolas mendocinas
Esta semana, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó que la inflación de mayo fue del 1,5%, pero los precios de indumentaria y calzado se dispararon 7,5% en ese mes, apenas se permitió un leve "respiro" de la cuarentena. En cuanto a alimentos y bebidas, el organismo aseguró que la suba fue del 0,7%. En Mendoza, la inflación en mayo alcanzó 1,3%.
En este contexto de pandemia, las góndolas reflejan una considerable escalada ya que para adquirir los 30 productos de una canasta propia -que el POST viene relevando desde 2015- se necesitaron en junio $4.148, cuando 10 meses atrás (en agosto de 2019) se requerían $3.230. Es decir, la suba ya acumula 28,42%.
Pasando en limpio: en menos de un año son necesarios $818,64 extra para comprar los mismos productos. Al inicio de este relevamiento, en 2015, bastaban $1.000. Hoy, cinco años después, nuestro índice creció 315%.
Así quedó la comparativa de los 10 productos que más aumentaron desde 2019:
Esta semana, la Dirección de Estadísticas e Investigación Económicas de Mendoza (DEIE), dio a conocer el índice de pobreza e indigencia en la provincia durante el mes de mayo: una familia tipo necesitó $38.617,66 para no ser pobre, mientras que hicieron falta $14.968,08 para no ser indigente. Y no es para menos tomando en consideración las crecientes subas en alimentos básicos como carne, lácteos y fideos.
Por ejemplo, la carne de cuadrada para milanesas, una de las comidas más "llenadoras" para una familia se está convirtiendo en un lujo: el kilo cuesta 395 pesos. Claramente, un familia tipo necesita más de un kilo para comer adecuadamente (sin contar el costo de la guarnición).
La meta original
En 2015, durante la primera medición de esta canasta propia de productos, el ticket marcó $961,83 para los 30 productos. Es decir, se pudo lograr el objetivo de gastar menos de 1.000 pesos, pero con el correr de los meses se fue haciendo cada vez más complicado en un panorama de inflación alta.
Un año más tarde, el monto para comprar los mismos productos ascendió a $1.249,17 mientras que en octubre 2018 se necesitaron $1.872.
Más adelante, en marzo de 2019 para adquirir la canasta había que desembolsar $2.749,76 y cinco meses después, en agosto, para los mismos productos se necesitaron $3.230,25.
Ahora, en junio, el ticket sigue creciendo y ahora hay que desembolsar $4.148. Los bolsillos, agotados.
Sigue la inflación, pero...¿el consumo cayó o creció?
En Mendoza desde este jueves la atención en los comercios regresó a una etapa previa luego de que el gobernador Rodolfo Suarez anunciara el endurecimiento de actividades por los casos registrados por el famoso "caso 98" en la provincia. Es decir, se regresa a las compras por día según la terminación de DNI. Por supuesto, para asistir a los supermercados también rige esta normativa.
Al parecer, la cuarentena y los coletazos de la inflación quedaron de lado y la gente compra más que antes ya que, según el índice Express de la consultora Nielsen (que mide 70 categorías en cadenas de supermercados de todo el país) el consumo masivo registró en mayo un crecimiento de 5%, comparado con el mismo período del año anterior.
En tanto, un relevamiento de la consultora Scentia que mide el consumo en cadenas de supermercados y autoservicios de cercanía en todo el país, informó un acumulado anual positivo de 3,4% al mes de mayo.
Sin embargo, los efectos de tres meses de comercios cerrados destruyeron el sector ya que las ventas minoristas pymes cayeron un 50,8 por ciento anual en mayo, respecto del mismo mes de 2019. Si bien la cuarentena se flexibilizó, aún no es suficiente para reactivar este rubro, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).