El Post habló con el jefe de Departamento Toxicología del Ministerio de Salud de Mendoza, Sergio Saracco, quien dejó una clase magistral sobre la pandemia.
Cortito y al pie: temores, mitos y certezas sobre coronavirus en Mendoza
Después de varios días sin contagios, Mendoza "explotó" con seis casos nuevos. Ello hizo exteriorizar los temores de propios y ajenos. ¿Habrá un desmadre de contagiados? ¿O es que no estaba controlada del todo la situación en la provincia? ¿Cómo se logra algo así?
Para responder esas preguntas, el Post consultó con el jefe de Departamento Toxicología del Ministerio de Salud de Mendoza, Sergio Saracco, quien refirió: "Tenemos que partir de una situación que estamos en un estado de pandemia y que el virus está presente en el mundo, un virus pandémico, que no existe inmunidad en la población a este nuevo virus; segundo, tiene una transmisibilidad muy elevada, demostrada con situaciones que lo hacen complejo, atento que hay un porcentaje importante, más del 30% de pacientes asintomáticos y otro porcentaje importante de presintomáticos, que hace muy difícil poder aislar aquellos que uno considere de riesgo".
-¿Por qué es difícil?
-Porque no tiene los síntomas de la enfermedad pero contagia, entonces hay que estar muy atento y esto es algo que está pasando en todo el mundo, lo están alertando en Europa. O lo estamos viendo ahora en China, en Pekín. Por eso, creer que esto ha pasado es un error si la población lo entiende así, lo que tenemos en Mendoza es una situación de control, que esto se ha logrado gracias a las medidas estrictas de cuarentena.
-¿Cómo cuales?
-El aislamiento social obligatorio, y hoy más que nunca tenemos que reforzar los cuidados de bioseguridad, que es el uso permanente de barbijos bien usados, que cubra la nariz y la boca, porque la carga viral está en estas secreciones, tanto a nivel nasal como oral, por eso esto es muy importante el uso del barbijo, la distancia de al menos metro y medio, dos metros entre personas, y la higiene frecuente de manos. Estas son las medidas demostradamente eficaces.
-Hasta que haya una vacuna, ¿no?
-Sí, hasta que tengamos la disponibilidad de una vacuna. Por eso, estos son hábitos que tenemos que incorporar para poder prevenir el riesgo de un contagio son clave. Si esto no se cumple, va a empezar a haber una mayor transmisibilidad, como sucede en todo el mundo. Por otro lado, hay que tener en cuenta las acciones que se hacen y que generan falsa sensación de seguridad.
-¿Como cuáles?
-Como el uso de guantes, en el marco de un virus de transmisión respiratoria. Es decir, que no cumple ningún fin el uso de guantes, el uso de guantes está estipulado para el personal de salud que va a tener contacto con las secreciones de los pacientes donde hay riesgo de otras infecciones que sí se pueden transmitir a través de lesiones de piel, pero no para el coronavirus. Otra cuestión: las desinfecciones ambientales que también generan una situación de falsa sensación de seguridad, ya que el virus está en el interior de las personas, está en sus secreciones. El hecho de creer que la fumigación con estas soluciones ya opera como desinfección, es falso, ya que la carga viral que hay sobre la vestimenta es prácticamente despreciable.
-¿Por qué?
-Porque el principal riesgo está en las secreciones respiratorias, por eso la clave tiene que estar allí, y eso es lo que tenemos que entender, y lo que verdaderamente nos va a proteger.
-¿Qué queda por hacer a futuro?
-Hay medidas de control, pero hay que estar muy atentos porque este virus es tramposo.