¿Qué es la luna azul y por qué no se ve así?

Es una Luna llena, como cualquier otra, del color que se ven la mayoría de las Lunas llenas: entre gris pálido, blanco lechoso o plateado.

¿Qué es la luna azul y por qué no se ve así?

Por: Mendoza Post

 El término luna azul, que nada tiene que ver con el color en sí de nuestro satélite, no es sino la sucesión de dos lunas llenas dentro del mismo mes del calendario, algo que sucede aproximadamente cada tres años.

El hecho de que sea posible que haya dos lunas llenas en el mismo mes se debe a que el ciclo de la luna llena es cada 29,5 días aproximadamente, por lo que si la luna llena ocurre el primer día o el segundo de ese mes, hay probabilidad de que aparezca una segunda luna llena en los últimos días, lo que llamaríamos una luna azul.

¿La luna se ve azul? 

Por lo general, no. Para que la luna cobre un tono azulado ha de verse influenciada por las cenizas y el humo. Por ejemplo, en el año 1883 la explosión del volcán Krakatoa (Indonesia) provocó que las cenizas del mismo se extendieran hasta los límites de la atmósfera. Las cenizas dispersan la luz roja pero dejan pasar otros colores, de ahí que al atravesar las nubes de ceniza se viera la luna de color azul.

La denominación de "Luna azul" no tiene sentido científico, y sería mejor hablar de "Luna traidora" por su origen etimológico. 

La próxima luna azul tendrá lugar el próximo 31 de julio de 2015. Tras esto, habrá que esperar a enero de 2018 para volver a contemplar dos lunas llenas en el mismo mes, publica revista Muy Interesante.

Un fenómeno raro

Si se observan 13 ó 14 Lunas llenas en un mismo año, significa que al menos en un mes observaremos dos plenilunios. Y justamente eso es lo que ocurre en julio, en el que disfrutamos de una Luna llena a principios de mes y otra hoy viernes 31. Al segundo plenilunio que ocurre en un mismo mes se le llama Luna azul por su rareza, ya que no es un fenómeno astronómico que se observe habitualmente.

¿Puede observarse alguna Luna azul?

 En 1883, la explosión del volcán Krakatoa en Indonesia liberó partículas que cubrieron el cielo, permitiendo ver el satélite como si de un objeto azul se tratara. Lo mismo se repitió en 1983, según explican desde la NASA, con la erupción del volcán mexicano El Chichón. 

 ¿Por qué las cenizas procedentes de explosiones y erupciones volcánicas son capaces de teñir la Luna de un tono azulado? Como explica Arturo Quirantes en Naukas, para que podamos observar una Luna azul, en la atmósfera debe haber una cantidad suficiente de partículas de un tamaño similar (entre 0.5 y 1 micras de radio)

Estas partículas tienen también que absorber poco la luz, como sucede con los restos que expulsaron el Krakatoa y El Chichón. Por estos motivos, esta noche nos debemos conformar con observar una Luna llena en el cielo, la segunda que sucede en el mes de julio. Este curioso fenómeno no se repetirá hasta enero de 2018, por lo que merecerá la pena disfrutar del segundo plenilunio a pesar de que no sea azul. A menos que, sorprendentemente, entre en erupción un volcán.