El libro Rock and Roll Islam es un inesperado éxito de ventas en plena pandemia. Cuenta cómo un cronista se siente vacío y emprende su camino místico. Narrado con precisión novelesca, Cicco (Abdul Wakil), invita a un paseo por una religión con mala prensa pero muy poco conocida.
El periodista que le dio la espalda al éxito y se convirtió al islam
Antes de convertirse en Abdul Wakil, era Emilio Fernández Cicco (1978), un joven periodista básicamente dedicado a la gráfica, que se encaminaba derecho al éxito luego de haberse recibido con medalla honorífica en la Universidad de San Andrés. Sus notas recibían premios, reinventó el llamado "periodismo border" (vivir con el personaje entrevistado para luego escribir la experiencia), trabajó para la revista Noticias, News Week y Rolling Stones, entre otras. De haber seguido así es muy factible que hoy fuera una celebridad en el estresante y apasionante mundo del periodismo. Pero su cabeza hizo un click en cuotas: de a poco se iba dando cuenta de que eso, ese éxito, no era lo que quería para su vida. Como suele suceder con el ego de los cronistas exitosos, tuvo su coqueteo con el alcohol y las sustancias; un camino del que no siempre se vuelve. Se fue de allí en busca de un sentido místico de vida, aun dentro del periodismo.
Se convirtió al sufismo que es la rama más mística del Islam, vendió su departamento pequeño de Capital Federal y se compró una propiedad rural a las afuera de Lobos (a 100 kilómetros de Buenos Aires) donde construyó una mezquita y puso en movimiento su nueva vida. En la que reza, como corresponde, cinco veces por día el Corán siempre en dirección a La Meca. "Lo mío sí fue una salida mística. De muy joven había logrado bastante: trabajaba en los medios que quería, publiqué un libro que lo presenté en la Feria y con éxito. Gente a la que admiraba me elogiaba; es decir que se me dio todo y muy bueno en corto tiempo. Me quedé sin sueños profesionales. A su vez veía a mis jefes más grandes bastante hechos mierda, envejecidos por anticipado y cargados de la preocupación extra que da este oficio del periodista. Además, en 1999 mataron a José Luis Cabezas, un amigo fotógrafo se suicidó y el periodista de Policiales Carlos Dutil murió de un infarto mientras jugaba al fútbol. Yo era muy joven y me pegó fuerte todo eso. Entonces empecé a buscar en la espiritualidad casi sin darme cuenta".
La búsqueda de Cicco fue profusa: intentó con el budismo zen, cursos de alquimia, control mental, iniciación con espiritistas hasta recalar en el sufismo. Este viaje está deliciosamente contado en el libro "Rock and Roll Islam, la conversión menos pensada" (Ed. Tusquetes), que ha leído hasta el mismo Alberto Fernández.
"Veía un sinsentido entre el deseo y el anhelo: el deseo son las metas que uno se coloca en la vida, es lo palpable. El anhelo provoca un apetito y una sed que no se puede satisfacer por nada del mundo: si uno de la bola al anhelo los deseos empiezan a callar", cuenta el hombre que viene de una familia de clase media y que tuvo una educación laica alejada de cualquier creencia formal.
Sufismo
La respuesta wikipedia acerca del sufismo es que es el ala mística del Islam, su costado más espiritual. Tiene que ver con conocerse a uno mismo, dejar atrás las malas cualidades de uno mismo.
"El sufismo es un conocimiento que se puede aprender; es un saboreo que hay que irlo a buscar; hay que estar en contacto con gente que lo tenga; con maestros o con hermanos antiguos. Es un amor contagioso y uno tiene que abrirse a ese amor. En paralelo hay un conocimiento, hay formas de adoración, hay repeticiones, hay privaciones que en realidad son beneficiosas. En nuestra tradición se dice que cuando uno se conoce a uno mismo conoce a Dios".
En Mendoza existen dos comunidades sufíes; en La Consulta y en Las Vegas (la primera es la más numerosa). Uno de los maestros que ya falleció había recomendado a sus seguidores ir a vivir al campo que el mismo compró. "Mucha gente que era de otros sitios encontró un terreno allí, lo compraron con ayuda del maestro y se fueron a vivir con sus familias".
"Cualquiera puede entrar al Islam, es de lo más sencillo. Solo hay que repetir tres veces ante testigos la frase ?la alh 'iilaa allah muhamad rasul allah' que significa "No hay dioses excepto dios y Mahoma es el mensajero". Eso te convierte en musulmán por lo que la puerta de entrada es accesible. En Occidente ocurre que mucha gente no entra como plan "A", sino que ha probado distintos caminos y se ha frustrado después de andar y andar muchos caminos marketineros".
Nadie verá por las calles musulmanes tocando timbres en casas en busca de nuevos adeptos. No son como otras religiones que hacen de la visita inesperada a una vivienda su forma de vida para reclutar fieles.
"Nada que ver. Hay algo que se llama "dawwa" que significa invitar, es decir que uno comunica el camino e invita, pero no con una intención de convertir corazones; porque sabemos que el único que gira corazones es Dios. No tenemos una práctica proselitista".
Periodismo
Si bien Cicco abandonó hábitos y costumbres; hay algo que con lo que no puede: el ejercicio del periodismo que lo lleva adelante con colaboraciones, charlas en facultades, talleres de escritura creativa. Es un optimista con respecto al futuro de la profesión.
"Hay un gran deterioro en el periodismo a nivel mundial. Me preocupa un poco cuando se trata de desmerecer el poder de la palabra escrita, con la inclusión de videos y demás, apelando al refrán no comprobado de que ?la gente no lee'. Igual, contra todo pronóstico el libro continúa y la TV está más amenazada. Creo que hay que defender el texto escrito porque sigue siendo la madre de todas las comunicaciones".
Rock and Roll Islam no es necesariamente una invitación a sumarse al sufismo. El libro está narrado desde una calidad poco habitual y estalla de datos que harán un poco más sabio al lector después del paseo por sus páginas. Por ejemplo: "Aunque nadie lo dice, el rock es tataranieto del islam, pues so origen se remonta al blues, y el blues se remonta a los esclavos africanos, y el treinta por ciento de estos esclavos llegaban a Estados Unidos eran musulmanes y cantaban con el mismo lamento con el que recitaban el Corán en las mezquitas de su África natal".